Pedro Robledo, que milita en el PRO, habló sobre los mensajes que anoche le dedicó Cristina. Pero aclaró que sigue pensando que es “autoritaria”.
Pedro Robledo, el joven agredido la semana pasada por ser gay, le pidió perdón a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por haberla llamado “Führer” en las redes sociales. Lo hizo luego de que la mandataria hablara de su caso ayer a través de Twitter.
“Agredido, golpeado y humillado por ser gay, por otros que se decían católicos”, dijo anoche, desde el Tango 01, CFK. “Alguien me dice ‘Mirá que éste es antiK rabioso’. ‘Te trata de führer en el twitter, la madre dice que el gobierno es una dictadura’”, relató que le aclararon sus asesores a lo que ella respondió: “Y a mi que me importa! Esta es la Patria de todos... en la que cada uno dice lo q piensa y lo q quiere”.
Hoy, en radio 10, Pedro se refirió a los tuits de la Presidenta. "Pido disculpas, pero ahora, que el gobierno es autoritario, y que ella es una persona autoritaria, lo voy a seguir sosteniendo, y cuando me reciba se lo voy a decir a ella también", declaró.
"Seguramente escribí eso hace seis o siete meses, cuando aparecía todos los días (la jefa de Estado) por cadena nacional, que hasta un nene de 14 años me comentaba que no podía ver televisión", recordó Robledo. "Es un término muy fuerte y pedí perdón; lo que pasa es que en este país no estamos acostumbrados a que la gente pueda pedir perdón", agregó.
En ese sentido, aclaró que nunca quiso comparar a Cristina con Hitler. "No lo dije porque la Presidenta se pareciera a ese hombre nefasto de la historia, sino porque él era el conductor, y los hombres que están con la Presidenta dicen que ella es la conductora, la única que los puede guiar".
"No me asusta que revisen mi Twitter de acá a un año y medio atrás", desafió el joven, que ayer no pudo leer los mensajes de la Presidenta en la red social porque la mandataria lo tiene bloqueado.
Robledo, además, aseguró haberse sentido “muy cómodo” en su encuentro con el interventor del INADI, Pedro Mouratian, y el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, pero lamentó que esa predisposición al diálogo que mostró ayer la Presidenta y que replicaron sus funcionarios, no se extienda en la militancia K. "Me levanto y tengo 300 mensajes insultándome porque soy del PRO" de parte de supuestos militantes kirchneristas, contó.
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