“Ese es el sentido de esta celebración matrimonial fuera de nuestro país: buscar que en Argentina se pase por fin de los gestos a los hechos”, dijo a Télam César Cigliutti, presidente de la CHA, desde España, durante su almuerzo de bodas y antes de partir junto a a su pareja rumbo a Egipto, de luna de miel.
Cigliutti y Marcelo Suntheim (secretario de la CHA), obtuvieron la libreta de matrimonio en el Ayuntamiento de Madrid, donde Luis Asúa Brunt, un concejal de Partido Popular, ofició la ceremonia.
El titular de la CHA consideró que pedir el reconocimiento de un matrimonio constituido en otro país y que los cónyuges sean del mismo sexo es inédito.
“Buscamos que los proyectos presentados por los políticos argentinos sean debatidos y que por fin se respeten los derechos de las personas que deciden unirse, más allá de que sean de diferente o igual sexo”, precisó Cigliutti.
En Buenos Aires rige ya la unión civil entre personas del mismo sexo, una opción a la que se acogieron un millar de parejas pero no reemplaza al matrimonio legal.
“El próximo paso será presentar el pedido de reconocimiento a la justicia argentina de este matrimonio, y si nos contestan que no, llegaremos hasta la Corte Suprema”, enfatizó el presidente de la CHA.
En diciembre de 2002, la capital argentina fue la primera ciudad de Latinoamérica en consagrar la igualdad de derechos civiles de las parejas del mismo sexo con las heterosexuales.
La Legislatura de la provincia de Río Negro había hecho lo mismo en abril de 2003 pero la norma nunca fue promulgada.
No obstante, la CHA busca el reconocimiento de la figura del matrimonio legal entre homosexuales porque quiere avanzar en la igualdad ante la ley y en el respeto de los derechos de herencia, pensiones y adopción.
También en Córdoba. La ciudad de Villa Carlos Paz fue la primera de la provincia en permitir la unión entre homosexuales.
La medida, aprobada el 22 de noviembre pasado, exige vivir cinco años en la Villa para poder acceder a la unión civil.
FOTOS DE ARCHIVO DE LA UNION CIVIL EN LA ARGENTINA, DE CESAR Y MARCELO
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