martes, 25 de marzo de 2008
Lalola: la identidad después del debut sexual
Por Sandra Commisso - Buenos Aires (Clarín)
Después de haber tenido sexo como mujer, ¿Lola (Carla Peterson) sigue siendo un hombre encerrado en un cuerpo femenino? Protagonistas, guionistas y sexólogos, hablan sobre el nudo de la ficción de América.
Cómo siente una mujer? ¿Qué siente un hombre? Frente a la misma situación, como la de un encuentro sexual, ¿cuáles son las sensaciones que pasan por el cuerpo y la mente de cada género? La ficción de Lalola (América, de lunes a jueves a las 22.15), mediante el hechizo de una bruja que convirtió al machista Lalo en la bonita Lola, instaló la pregunta: ¿cómo sería estar, al menos por un día, en un cuerpo del sexo contrario? Una fantasía con la que se habrán identificado muchos espectadores.
A esta altura de la historia, con Lola (Carla Peterson) y Facundo (Luciano Castro) en pleno romance, y después de haber superado la prueba de fuego de su primera relación sexual, ¿qué predomina en Lalo/Lola: lo masculino o lo femenino? La pareja protagónica está rodeada de interrogantes, que van y vienen entre uno y otro: "¿soy un hombre enamorado de otro aunque tenga cuerpo de mujer?, se cuestiona Lalo. "¿Y si mañana el bello cuerpo de Lola amanece de nuevo con la anatomía de Lalo?", es la duda que carcome a Facundo.
"Nuestro planteo, desde el principio, fue que la atracción y el deseo entre los personajes de Lola y Facundo, estaba condicionado por esta dualidad", dice Pablo Lago, uno de los guionistas del ciclo que produce Dori Media. "Primero fue el propio Lalo, un machista declarado, transformado en mujer, quien dudaba ante la atracción por otro hombre. Y después fue Facundo el que sintió la dicotomía frente a Lola, sabiendo que es un hombre atrapado en un cuerpo femenino".
La sexualidad como parte de la identidad es clave en esta comedia. "Lo interesante es que pone en el tapete la temática de la identidad sexual y como se va construyendo", dice Luis Domínguez, psicólogo clínico, especialista en sexualidad. "Y que no hay predeterminacion biológica sino que lo que vale es la afirmación subjetiva". Algo que parece estar viviendo el personaje a lo largo de los capítulos: Lalo se está encariñando con el hecho de ser mujer. Y ante la cercanía del desenlace (a fin de abril), eso será definitorio: Lola tendrá que optar entre seguir siendo mujer o volver a ser hombre.
"Lola es un personaje muy dramático por la situación que le toca vivir. Y ante cada situación nueva que se le aparece por su condición actual de mujer, va descubriendo y redescubriendo todo desde su mentalidad todavía masculina. Eso es lo rico del personaje", asegura Susana Cardozo, otra guionista del ciclo.
Así fue que durante toda la historia Lalo/Lola fue topándose con cuestiones absolutamente femeninas -como el ciclo menstrual-, que lo obligaron a cambiar el punto de vista. Lo biológico, lo hormonal, el ambiente laboral, los sentimientos y, por supuesto, la vida sexual, fueron mutando de signo y provocando cambios vitales en el personaje y en su relación con los demás.
"La manera de pensar y experimentar los hechos de la vida, incluyendo la experiencia sexual, está condicionada indudablemente por el cuerpo en una importante medida, aunque también juegan un rol preponderante la influencia de los aprendizajes y los roles sociales (en un determinado tiempo y lugar) masculinos y femeninos", dice Ezequiel López Peralta, sexólogo y presentador del programa Simplemente sexo (por Discovery H&H). "Suponiendo que una situación como la de la ficción fuera un hecho real, podríamos pensar que la estructura del cuerpo, sus formas, las hormonas femeninas y otros fenómenos físico - químicos van a impulsar, en alguna medida, vivencias de mujer. Pero de todos modos, el peso de lo aprendido, y haberse desempeñado cómodamente como hombre durante una cantidad importante de años, provocarían sentimientos encontrados y muy conflictivos para este personaje".
Mientras los problemas de Lola eran aprender a caminar con tacos, soportar la depilación, descubrir que muchos de sus cambios de humor tenían que ver con su estado hormonal, todo fue bastante fluido. Pero llegó el momento en que ella y Facundo necesitaban concretar su relación con un encuentro sexual. Y no sabían cómo. Los guionistas resolvieron llevarlos a un lugar especial, una estancia, donde aislados de su peculiar entorno, pudieron finalmente entregarse a la pasión. La escena fue en una piscina y combinó el romanticismo con el erotismo. "Fue complejo de resolver la intimidad sexual de los personajes porque en gran parte pasaba por cómo sienten hombres y mujeres esa experiencia. Lalo empezó a entender cuando lo vivió en carne propia. Y el resto, queda en la cabeza de cada espectador", dice Cardozo. "Ese encuentro tenía que ser algo especial porque se venía postergando mucho. Pero ellos, ayudados por el amor, tuvieron la valentía de superar los prejuicios y condicionamientos externos". Los siete meses de tensión sexual entre los protagonistas fueron, como es norma, uno de los ganchos para atrapar a los espectadores.
Pero según opina el sexólogo López Peralta, "la tardanza en concretar el encuentro erótico tiene que ver más con el prejuicio de los protagonistas que con sus verdaderas sensaciones. A los dos se les venían despertando sensaciones sexuales pero en su mente existían frenos relacionados con la superposición de imágenes Lola/Lalo, es decir ¿estoy con una mujer o con un hombre?, o ¿soy una mujer o un hombre? y ¿está bien lo que estamos haciendo? Pero claramente, desde la ficción se observa un encuentro sexual vivido como una mujer que desea estar con un hombre, y no como un hombre que está con un par. Sus expresiones, comportamientos y sentimientos muestran cómo Lola se está manifestando desde su nueva identidad sexual adquirida y va dejando atrás la previa".
Más allá de los desencuentros, ambos protagonistas, además, tuvieron acercamientos y esbozos de romances con otros personajes, como corresponde a toda historia romántica, aún en tono de comedia como Lalola.
"La historia permite mostrar los aspectos femeninos y masculinos que todos tenemos, desde un lugar más abierto y tolerante", asegura Carla Peterson. Y los guionistas tuvieron el privilegio de armar un personaje que pasó por la vivencia de experimentar y sentir con ambos sexos. Y que, cerca del final, estará frente al dilema de elegir dónde quedarse, tironeada entre el amor que siente por Facundo (algo que nunca había sentido en su etapa masculina hacia una chica), y su esencia original. "Es muy gráfico ver cómo la protagonista, instalada en un cuerpo que desconoce, hasta que no se apropia del mismo no puede llegar a desear", dice el psicólogo Domínguez. "Lola descubre sensaciones corporales y emociones que acompañan esas sensaciones, y tiene que aprender a sentir desde el lugar que desconoce, pero que se le impone. Por eso, podemos decir que la sexualidad no nace, sino se hace".
"Es un triunfo del amor"
Frente a la dualidad del personaje de Lalo/Lola, está Facundo, pieza fundamental de la historia romántica. En las antípodas del galán que se las sabe todas, el personaje que interpreta Luciano Castro se ve involucrado en la compleja sexualidad de Lola al enamorarse de ella.
"A mí me gusta que Facundo sea un poco looser. Aunque es pasivo, ingenuo y a veces dan ganas de darle un tortazo para que reaccione, igual me cae bien porque está lejos del prototipo de héroe que resuelve todo", dice. Castro es uno de los pocos actores que están en este proyecto desde el piloto, junto a Violeta Urtizberea, Lola Berthet y Luis Ziembrowski. Así que conoce a fondo al personaje. "La estructura es la de una telenovela pero la tira se sale de lo clásico del género: los malos son queribles, los personajes están llevados al grotesco. El más estructurado de todos es precisamente Facundo". Su personaje es muy sufrido, padece el amor por Lola y los obstáculos que le impiden una relación. "Yo prefiero que sufra por amor y no que sea un puro músculo que soluciona todo". Luciano asegura que tanto él como el resto del elenco, participan junto a los autores de los lineamientos de cada personaje. "En mi caso, siempre acordamos que tiene que ser normalito frente a los otros que están al borde".
Inquieto, de perfil bajo y con una opinión muy clara sobre ciertas cosas, Castro asume con facilidad cuáles son los puntos que lo unen a Facundo y cuáles lo diferencian, notablemente. "Busqué especialmente darle a Facundo esta cosa de pasividad o tranquilidad o como se la quiera llamar, hacerlo muy verosímil, muy humano, con sus equivocaciones y sus dudas". Según los guionistas actuales, Pablo Lago y Susana Cardozo, esos matices son un espejo de los cambios que viven hoy, hombres y mujeres en sus relaciones.
"Facundo está enamorado de Lola desde el primer capítulo y la aceptó tal como es. Cuando se enteró de la verdad quedó shockeado pero después se cansó de pensar y se plantó. Y eso es el amor, cuando pasa, no hay nada que lo detenga. Además, todos sentimos igual, hombres o mujeres. Cuando el sentimiento es verdadero, sucede. Por eso, Facundo sigue eligiendo a Lola, creo que es un triunfo del amor más allá de la sexualidad".
Aunque no es el galán típico, Facundo tiene que estar bien seguro de su sexualidad para bancarse amar a una mujer que en realidad es un hombre
No tiene nada del galán típico, Lola es quien lo maneja en su encuentro sexual, los demás lo bardean, Natalia (el personaje de Agustina Lecouna) le endosa embarazos todo el tiempo... Pero mantiene su lealtad, el respeto por todos. Es muy humano y si no fuera así, no podría trabajar. Facundo es querible y cualquiera se puede identificar con él.
Como su personaje, Luciano tiene un hijo, Mateo (6 años). "Le hablo igual que a mi hija en la ficción, no soy muy pedagógico". Por el contrario, tiene carácter más firme que Facundo. "No soy elegante, ni sutil pero sí muy respetuoso y exijo lo mismo de los demás porque acá, si no tenés carácter, te hacen cartera en dos minutos".
Un tema para todo el mundo
Protagonista del raro suceso de estar vendida cuando todavía ni había empezado a grabarse, Lalola sigue su recorrido internacional, que ya incluye 40 países, desde Francia hasta Rusia. Y si el formato fue comprado por Sony para producirlo, en inglés, para el mercado estadounidense, la "lata" (la versión original) pronto se verá en México por TV Azteca. En abril, además, Peterson y Castro viajarán junto al equipo de Dori Media a la feria internacional MIPTV, en Cannes, donde Lalola va con altas expectativas de conquistar el resto del mundo.
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