Activista gay. Amigo. Amante. Unificador. Político. Luchador. Icono. Inspirador. Héroe. Su vida cambió la historia y su coraje cambió muchas vidas.
En 1977, Harvey Milk fue elegido concejal del Ayuntamiento de San Francisco, convirtiéndose en el primer hombre gay reconocido en ocupar un cargo público. No sólo significó una victoria para los derechos de los gays; supo crear coaliciones con grupos muy diversos, desde la tercera edad a los sindicalistas. Harvey Milk cambió la imagen del defensor de los derechos civiles. Antes de su prematura muerte en 1978, se había convertido en un héroe para los estadounidenses. En Mi nombre es Harvey Milk, el oscarizado Sean Penn encarna a Harvey Milk a las órdenes de Gus Van Sant, nominado por la Academia. La película está rodada íntegramente en San Francisco, basada en un guión original de Dustin Lance Black, y producida por los oscarizados Dan Jinks y Bruce Cohen.
Mi nombre es Harvey Milk recorre los últimos ocho años de la vida de Harvey Milk. Al cumplir 40 años en Nueva York decidió cambiar de vida. Él y su compañero Scott Smith (James Franco) se mudaron a San Francisco, donde abrieron un pequeño negocio, Castro Camera, una tienda situada en el corazón de un barrio obrero que no tardó en ser el paraíso para los gays de todo el país. Sintiéndose fuerte en su amado barrio Castro y en la maravillosa ciudad de San Francisco, Milk no sólo sorprendió a Scott, sino a sí mismo cuando empezó a convertirse en uno de los líderes del cambio. Su lucha era por la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Gracias al amor que sentía por la ciudad y sus habitantes, obtuvo el apoyo de jóvenes y viejos, heteros y gays, en una época en que los prejuicios y la violencia contra los homosexuales eran la norma.
Apoyado por Scott, y unos cuantos amigos y voluntarios, Milk se tiró de cabeza a las turbulentas aguas de la política. También fue el mentor de jóvenes activistas callejeros como Cleve Jones (Emile Hirsch). Sus actos eran su mayor respaldo, así como su carisma y su sentido del humor. Pronto fue una conocida figura en la ciudad y alrededores. Sin embargo, su empeño por formar parte del gobierno municipal le alejó de Scott. Durante su cuarta campaña electoral, Milk conoció a Jack Lira (Diego Luna), que se convirtió en su nuevo amante.
La campaña electoral fue un éxito, y Milk elegido concejal de la recientemente recalifacada Zona 5. Se esforzó en presentar una ordenanza municipal por la que se prohibía despedir a una persona por su orientación sexual. Recabó apoyos para impedir un referéndum nacional a favor del despido de maestros gays; sabía que luchar contra la Proposición 6 era crucial para el movimiento gay. Su visión política se alejó cada vez más de Dan White (Josh Brolin), otro concejal recién elegido en el Ayuntamiento de la ciudad. Sus destinos personales se cruzaron de forma trágica. La plataforma política de Milk se basaba en la esperanza. El legado del héroe sigue resonando hoy en día.
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