lunes, 28 de diciembre de 2009
SE CONCRETÓ EL PRIMER MATRIMONIO GAY DE ARGENTINA
Alex Freyre y José María Di Bello, a quienes un fallo judicial impidió casarse a principios de este mes porque el Código Civil no admite el matrimonio entre personas del mismo sexo, formalizaron la primera boda gay del país y Latinoamérica, en un registro civil de Ushuaia. Para el titular del INADI, Claudio Morgado, se trata de "un hecho histórico".
La pareja confirmó desde la capital fueguina que finalmente lograron ser esposos, un anhelo que creyeron alcanzar el 1 de diciembre, fecha que eligieron por ser el Día Internacional de Lucha contra el Sida -que ambos portan-, y se frustró momentos antes de la ceremonia.
"Como pareja soñamos casarnos desde hace mucho tiempo", dijo Alex Freyre tras contraer hoy nupcias con José María Di Bello en Ushuaia, adonde esperan volver muy pronto en viaje de bodas.
En abril un registro civil porteño les negó un turno y con un recurso de amparo "logramos, increíble e impensado para muchos, un fallo favorable en primera instancia", aunque por una sentencia de Cámara el 1 de diciembre "no nos dejaron casar", manifestó Freyre a Télam desde la capital fueguina.
"Sabíamos que la gobernadora Fabiana Ríos tenía posición favorable sobre matrimonio de personas del mismo sexo, había firmado un proyecto y hecho pública su postura" al respecto.
"Ahora podemos pensar cómo disfrutamos de este derecho", dijo el flamante esposo, que regresará con su pareja esta noche a Buenos Aires, donde mañana darán una conferencia de prensa.
En tanto, el presidente del Inadi, Claudio Morgado, calificó la boda como "un hecho histórico" y festejó que su organismo haya sido faicilitador de este matrimonio entre Alex Freire y José María Di Bello.
Claudio Morgado que ofició de testigo junto a otras tres personas, dijo que todo el equipo del Inadi trabajó incansablemente para que el matrimonio pudiera celebrarse hoy, pese a un recurso interpuesto el 1 de diciembre que lo había prohibido en Capital Federal.
"Esta es la función del INADI", dijo Morgado para quien el organismo debe "salvaguardar los derechos de los ciudadnos que no pueden gozar en plenitud de estos derechos".
Fuente: Telam
sábado, 19 de diciembre de 2009
SIMPLEMENTE QUIERO TENER UN AMIGO DE VERDAD
SIMPLEMENTE QUIERO TENER UN AMIGO DE VERDAD
Y AUN NO.......Soy invisible
Han sentido alguna vez… lo que es ser invisible?
Yo cada simple día de mi vida…
Es que nadie lo ve?
Es que nadie siente que necesito un hombro en quien apoyarme?
No, nadie.
He llorado quien sabe cuantas veces ya, y nadie se acerca.
Los llamados ‘amigos’ parece que no están
Nos saludamos cada mañana, siempre lo mismo, y no parecen darse cuenta de la diferencia entre hablar y conversar.
Hablar es vacío, es un guión escrito que te aprendes de memoria y repites una y otra vez.
Conversar es entender, es escuchar lo que el otro dice con entusiasmo, con cariño con amor, quiero conversar contigo amigo
Mi familia está junto a mi, por suerte, pero no es suficiente. Claro que no lo es.
Necesito un amigo... Uno de verdad
Pedir solo uno no es demasiado, o sí?
Soy invisible, no porque se pueda ver a través de mí sino porque no estoy ahí. No estoy en ninguna parte
Porque nadie me ve.
Soy invisible
Porque nadie me conoce y yo a ti te conozco muy bien
Soy invisible... .Pero existo
Existo y quiero ser escuchado
Ser entendido.
Quiero verme en el espejo
Necesito verme en el espejo
Y sentir que soy alguien
O al menos solo sentir…
No quiero ser invisible
Quiero que alguien venga y me pregunte por qué lloro
Quiero… SIMPLEMENTE QUIERO TENER UN AMIGO DE VERDAD
Han sentido alguna vez… lo que es ser invisible?
Yo cada simple día de mi vida…
Es que nadie lo ve?
Es que nadie siente que necesito un hombro en quien apoyarme?
No, nadie.
He llorado quien sabe cuantas veces ya, y nadie se acerca.
Los llamados ‘amigos’ parece que no están
Nos saludamos cada mañana, siempre lo mismo, y no parecen darse cuenta de la diferencia entre hablar y conversar.
Hablar es vacío, es un guión escrito que te aprendes de memoria y repites una y otra vez.
Conversar es entender, es escuchar lo que el otro dice con entusiasmo, con cariño con amor, quiero conversar contigo amigo
Mi familia está junto a mi, por suerte, pero no es suficiente. Claro que no lo es.
Necesito un amigo... Uno de verdad
Pedir solo uno no es demasiado, o sí?
Soy invisible, no porque se pueda ver a través de mí sino porque no estoy ahí. No estoy en ninguna parte
Porque nadie me ve.
Soy invisible
Porque nadie me conoce y yo a ti te conozco muy bien
Soy invisible... .Pero existo
Existo y quiero ser escuchado
Ser entendido.
Quiero verme en el espejo
Necesito verme en el espejo
Y sentir que soy alguien
O al menos solo sentir…
No quiero ser invisible
Quiero que alguien venga y me pregunte por qué lloro
Quiero… SIMPLEMENTE QUIERO TENER UN AMIGO DE VERDAD
viernes, 18 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
A pesar de un fallo favorable de la Corte Suprema, una Caja de Previsión bonaerense le niega la pensión a un viudo gay
“Éste es un caso de homofobia militante”
POR BRUNO BIMBI
Hace poco más de siete años, un día antes del cumpleaños de Elvio, su pareja tuvo una convulsión en la cocina. Daniel era un tipo divertido y era capaz de hacerle una broma, pero unos segundos alcanzaron para ver que era en serio. Todo lo demás pasó demasiado rápido: los vecinos en casa, la ambulancia, el hospital, diagnóstico por imágenes, tumor cerebral, más estudios, una operación, tratamientos. En enero de 2003, dos meses después de pasar por el quirófano, Daniel fallecía tras permanecer varios días en coma.
Se habían conocido once años antes, cuando Daniel fue a la gestoría donde Elvio trabajaba para hacer la inscripción de un vehículo. Tuvieron que hacer varios trámites juntos, hasta que un día, en el Registro del Automotor, Daniel le preguntó si no quería ir a su casa. A los seis meses, ya estaban viviendo bajo el mismo techo. “Éramos muy compañeros y nos divertíamos mucho juntos. Ninguno de los dos ahogaba el espacio ni la realización personal del otro”, recuerda Elvio.
Daniel era médico cirujano, ginecólogo, obstetra y ecografista. Trabajaba en dos hospitales, dos clínicas y un par de centros municipales de salud. Al principio, tanto trabajo les dejaba poco tiempo para compartir, pero se las arreglaban para aprovechar cada oportunidad. Les gustaba mirar películas, organizar cenas con amigos y salir a pasear o a bailar. La muerte lo encontró muy joven a Daniel y Elvio no sabía que al dolor por la tragedia se sumaría un largo proceso judicial para hacer frente a la impiedad de leyes que no contemplan que un hombre se pueda enamorar de otro hombre.
“Daniel siempre decía que yo era su única familia. Se había venido de Mendoza a Buenos Aires y con sus padres y hermanos se veían apenas una vez por año”, dice Elvio. Sin embargo, poco después del entierro, armados de artículos del Código Civil que aseguran que Elvio no era nadie en la vida de Daniel, aquella familia lo “invitó” a abandonar el departamento en el que habían vivido juntos por una década. Los vecinos, los amigos de la pareja y los compañeros de trabajo de Daniel reaccionaron indignados, pero Elvio decidió irse sin protestar. Quizá podría haber ido a la Justicia, invocar derechos constitucionales, pedir la parte de la herencia que le correspondía, pero el amargo recuerdo del deterioro y la muerte de quien había sido el amor de su vida opacaron todo lo demás. Sin embargo, meses después, aconsejado por amigos, decidió tramitar la pensión por viudez. “Con ese reclamo, no perjudicaba a nadie”, dice, como si se justificara por no haber demandado también a los suegros que lo dejaron en la calle.
En marzo de 2005, el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1 de La Plata, a cargo del juez Luis Federico Arias, ordenó a la Caja de Previsión y Seguro Médico de la provincia otorgar la pensión. E.A.Y. –la única forma en la que Elvio aceptaba ser mencionado en la prensa hasta esta nota– se convertía así en el primer viudo gay de la Argentina a quien la Justicia le reconocía ese derecho. Pero la alegría duró poco.
La Caja apeló el fallo. El juez le concedió la apelación, pero con efecto devolutivo, no suspensivo. Eso significa que debían comenzar de inmediato a pagar la pensión y, si al final del proceso, la sentencia acababa revocada, Elvio debería devolver el dinero. Era una forma de impedir que el proceso judicial obligara al viudo a esperar años para comenzar a percibir el beneficio. Sin embargo, la Caja encontró un vericueto legal. Volvieron a negarle la pensión aduciendo que no había pruebas concluyentes de que Daniel hubiese sido su pareja. Como el fallo del juez Arias había resuelto que no le podían negar sus derechos por ser homosexual, se los negaron con otra excusa. “Luego de 11 años de convivencia en pareja, sobraban pruebas: acompañamos mucha documentación y ofrecimos testigos, pero respondieron que era insuficiente. A los testigos nunca los llamaron”, explicó a este diario Julián Díaz Bardelli, uno de los abogados de Elvio. Junto a Lorena Gutiérrez Villar –también abogada de Alex Freyre y José María Di Bello–, representaron a Elvio gratuitamente como letrados de la Asociación Civil Siete Colores, una ONG dedicada al asesoramiento jurídico que forma parte de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.
Ante las nuevas excusas de la Caja, Elvio tuvo que iniciar otra acción judicial, esta vez para probar que Daniel había sido su pareja. Pero pronto recibió otra mala noticia: la Cámara revocó el fallo de Arias. Elvio apeló a la Suprema Corte provincial, que también le dio la espalda.
En agosto del año pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó un decreto reconociendo el derecho a pensión a los viudos y viudas homosexuales. Elvio se alegró, pero pronto sus abogados le explicaron que ese decreto sólo valía para los beneficiarios de la ANSES. La caja previsional que debe pagarle es provincial. Finalmente, en julio de este año la Corte Suprema de Justicia de la Nación le dio la razón a Elvio. Parecía que esta vez sí, pero no. La Suprema Corte provincial recibió el expediente para dictar una nueva sentencia. Así es el procedimiento y, supuestamente, debería ser fácil y rápido. Sin embargo, cuando hay ganas de que las cosas no se resuelvan, el sistema se toma su tiempo. Elvio todavía espera.
“La Corte bonaerense debe cumplir lo ordenado por el máximo tribunal federal de modo urgente y reconocerle a Elvio el derecho a pensión. La demora acarreará la responsabilidad de todo el Estado en el ámbito internacional, por violación del principio de no discriminación”, explica Gutiérrez Villar. Sin embargo, aun cuando los jueces provinciales hicieran su parte, faltaría un detalle. La Justicia en lo contencioso administrativo debería retomar el otro proceso que quedó suspendido cuando la Cámara revocó el fallo de Arias para que Elvio pueda probar que Daniel era su pareja. Y los caminos kafkianos del sistema judicial podrían seguir, porque los directivos de la Caja, cuyo presidente es el doctor Héctor Osvaldo Sainz, parecen decididos a seguir poniendo obstáculos legales para no pagar.
“Lo de esta gente es homofobia militante”, denuncia Díaz Bardelli, y muestra como ejemplo una resolución de otra caja previsional provincial que actuó de una manera muy diferente. Las leyes reconocen el derecho a pensión a los “convivientes en aparente matrimonio” sin especificar que deban ser de distinto sexo. Sin embargo, lo que se suele alegar para decirles que no a los homosexuales es que, como no pueden contraer matrimonio, su convivencia en pareja tampoco lo aparenta. El juez Arias había rechazado esa interpretación y, basándose justamente en su fallo a favor de Elvio, la Caja de Seguridad Social para los Psicólogos de la provincia de Buenos Aires decidió otorgar la pensión al viudo de un afiliado sin necesidad de que fuera a juicio. Como la ley es ambigua, todo depende de la buena voluntad de los que deciden.
El matrimonio de Elvio y Daniel era sólo “aparente” porque la ley argentina no les permitía formalizarlo. Con la libreta matrimonial, Elvio no sólo estaría cobrando la pensión desde hace años, sino que no podrían haberlo echado de su propia casa. “La actitud cobarde, tibia, oportunista y mentirosa de los legisladores que impidieron el tratamiento del derecho al matrimonio gay nos sirve para tener cuidado la próxima vez que votemos. Cuando Cristina era senadora, le mandé una carta contando mi caso, pero jamás me respondió”, dice.
–Si la ley lo permitiera, ¿se habrían casado con Daniel? –le preguntó este diario.
–¡Sin lugar a dudas!
“Que se casen con una mujer”, escribió semanas atrás en estas páginas el vicepresidente de la Corporación de Abogados Católicos, Eduardo Sambrizzi, refiriéndose a las parejas gay. Elvio no se casó con una mujer porque estaba casado con un hombre, aunque la ley no se haya enterado.
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domingo, 13 de diciembre de 2009
Diez parejas que irán a la justicia como Alex y José María cuentan por qué
De Santiago del Estero a Santa Cruz, parejas de todo tipo y de todas las edades enviaron sus fotos a AG Magazine y contaron sus historias a Crítica de la Argentina. El reclamo por el matrimonio gay no se termina en la General Paz.
POR BRUNO BIMBI
“Si pudiéramos, nos habrían casado hace rato. Por supuesto que vamos a presentar el amparo”, dice Vanesa Ferrario, 28 años, productora de medios audiovisuales. Hace cuatro años y medio conoció a Lis Tealdi —la misma edad, cocinera profesional y escritora amateur— y se enamoraron tan rápido que en seis meses ya estaban bajo el mismo techo, en Córdoba Capital.
—¿Por qué se quieren casar?
—Porque nos amamos, porque somos tradicionales, porque tenemos fe en nuestra relación, porque queremos festejar nuestro amor, porque queremos compartir nuestra vida y nuestros derechos...
—¿Qué significa para ustedes el matrimonio civil?
—Significa una vida sin miedos ni prejuicios. Podríamos compartir nuestras ganancias y pobrezas, nuestras enfermedades y alegrías. No queremos formar una "sociedad legal" para comprobar que lo nuestro es nuestro, porque no queremos depender de la buena fe (que la hay y mucha, gracias a Dios) de nuestras familias para heredarnos. Si en un futuro tenemos hijos queremos que sean de las dos y necesitamos para eso el apoyo de la ley. Nos daría el derecho a compartir la obra social, a acompañarnos mutuamente en caso de enfermedad... algo que hoy no se nos permite porque "no somos parientes".
A pesar del revés de la suspensión del casamiento entre Alex Freyre y José María Di Bello, Vanesa y Lis están dispuestas a acudir a la Justicia para reclamar su derecho al matrimonio civil. No son las únicas.
Marcelo y Miguel son pareja hace trece años y hace once que viven juntos en Río Turbio, provincia de Santa Cruz. Miguel es docente y Marcelo trabaja como administrativo en una escuela para adultos. “Este es un pueblo pequeño, con poca vida social. La mayoría de nuestros amigos de acá son heterosexuales, pero casi todo el pueblo nos conoce y sabe que somos una pareja de hombres. Eso no nos ha impedido vivir nuestra vida con tranquilidad, ya que somos muy respetados y queridos, quizás sea gracias a que vivimos sin ocultarnos de nadie ni mentir y somos buena gente”, explica Marcelo, que nació en Buenos Aires pero se fue a la provincia de la Presidenta para poder radicarse junto con el hombre al que ama.
—Si fuera posible, ¿se casarían?
—Los dos estamos de acuerdo con el matrimonio, aunque todavía no lo hemos planeado, quizás porque no queremos ilusionarnos con algo que no sabemos si será posible. Si existiera la posibilidad, por supuesto que lo haríamos. Estar casados nos permitiría proteger la pareja en situaciones en las que, de otro modo, estaríamos desamparados. No buscamos una unión amparada por la iglesia, ya que yo no soy religioso y además no creemos en la institución. Pero sí creemos en el matrimonio civil. Además, más allá de la decisión personal de casarnos o no, queremos sentirnos ciudadanos con los mismos derechos que el resto, y saber que si decidimos hacerlo, con un simple trámite podemos acceder a esta posibilidad.
—¿Van a presentar un recurso de amparo, como hicieron Alex y José María?
—En nuestro pueblo, no sé si sería productivo, ya que no creemos que algún juez esté dispuesto a jugarse. De todos modos, si es necesario para conseguir que la ley se apruebe, lo haremos. Estamos en permanente contacto con la Federación Argentina LGBT para informarnos sobre el tema.
En el barrio de San Cristóbal, en la Ciudad de Buenos Aires, Sergio García, 45 años, y Raúl Nadich, 62, tienen más esperanzas de conseguir un fallo a favor y poder casarse. Llevan siete años en pareja, viven juntos y en 2006 hicieron la unión civil, pero saben que con eso no alcanza. “Yo tengo tres hijos biológicos, de modo que sólo podría dejarle a Raúl el 20% de mis bienes”, explica Sergio, que trabaja como empleado ferroviario. Raúl es asistente gerontológico. “Vamos a hablar con la Federación para presentar nuestro amparo”, aseguran.
Norma Castillo, de sesenta y siete de edad, presidenta del primer Centro de Jubilados para Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans de la Argentina, reclamará a la justicia su derecho a casarse con quien desde hace treinta años es su mujer, Ramona Arévalo. La pareja vivió en Colombia durante un tiempo, hasta que decidieron volver a la Argentina. Cuando llegaron, hicieron la unión civil y todo el barrio de Parque Chás las acompañó al Registro. Fue una fiesta inolvidable. Ahora van por más: quieren casarse con todas las de la ley e irán a la justicia para conseguirlo. “Después de treinta años juntas, nadie nos va a discutir que somos un matrimonio”, dicen.
Daniel Lavella y Marcelo Cantó llevan juntos siete años y están legalmente casados desde hace tres. Viven en España, donde el matrimonio gay es legal desde 2005, pero quieren viajar a la Argentina para pedir que su matrimonio sea reconocido acá también. “Poseemos bienes allí, que quedarían protegidos para la pareja con el reconocimiento de nuestro matrimonio en Argentina. Además tenemos una empresa juntos”, explica Marcelo.
Lejos de la avanzada legislación española, que además de reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo cuenta con una ley de identidad de género que reconoce la identidad de las personas trans, Cintia Pili, travesti de 34 años de edad, no puede casarse con su novio, Diego Luna, ya que el Registro Civil la considera un hombre. Cintia es de Balcarce, provincia de Buenos Aires, y hace ocho años que convive con Diego. “Con mucho sacrificio nos compramos nuestra casa y somos muy felices. Yo estoy en situación de trabajo sexual y él es constructor de obra, albañil, pintor y techista. Queremos casarnos, más allá de que un papel no diferencia nuestro amor, porque nos importa tener el mismo derecho que todas las personas de este país, compartir la obra social y que lo que hemos luchado juntos, el día que falte alguno de los dos, el que queda no se quede en la calle”, explica.
Más jóvenes que los demás, Julio y Juan, ambos con dieciocho años, aún no viven juntos, aunque hace un año que son pareja. Julio está terminando la secundaria y Juan está en el CBC. “Todavía deberíamos pensar si queremos casarnos, a veces nos imaginamos cómo sería nuestro casamiento y nos gusta la idea de que todas las parejas presentemos amparos. Es simple, nos amamos y no vemos por qué nos niegan un derecho que cualquier persona debe tener. Es injusto y discriminatorio”, dice Julio. Con algunos años más, Javier Ulla, de 20, y Roberto Suárez, de 23, son pareja hace un año y medio, pero quieren esperar a recibirse para vivir juntos. Viven en Santiago del Estero. Javier es profesor de inglés y va por la mitad de la carrera de Psicología, mientras que Roberto estudia diseño gráfico y coordina un taller en una escuela para niños con capacidades diferentes. “Preferimos esperar unos años más hasta que nuestras carreras estén finalizadas y podamos ser independientes de nuestras familias”, aclara Roberto. Sin embargo, la idea de casarse ya está en sus planes: “Es algo que soñamos hace rato y el Estado tiene la obligación de darnos el marco legal para que podamos hacerlo”, explican.
—¿Qué le dirían a los diputados que deben tratar la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo?
—Que se pongan en la posición de padres y que imaginen cómo se sentirían sus hijos estuviesen en nuestro lugar. O inclusive que ellos mismos se pongan en nuestro lugar. No hay que confundir el matrimonio civil con el religioso. Que no esté permitido el matrimonio para personas del mismo sexo es una manera de invisibilizar nuestros derechos y, sobre todo, nuestro amor.
En Rosario, Martín Peretti Scioli, de treinta y seis años, y Oscar Marvich, de treinta y dos, ya presentaron su recurso de amparo para casarse. Lo hicieron en febrero del año pasado, antes que Alex y José María, pero el fallo de primera instancia fue en contra. Ahora esperan que la Cámara se pronuncie y de ser necesario llegarán hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ya tiene en estudio los dos primeros recursos: el de María Rachid y Claudia Castro y el de Alejandro Vannelli y Ernesto Larrese. Martín es diseñador gráfico y dirige el portal AG Magazine. Oscar es contador público y trabaja en una pyme. En su propia web, Martín publicó recientemente una dura carta abierta a Cristina Kirchner, luego que los diputados oficialistas dejaran sin quórum la reunión en la que debía votarse el dictamen de la ley de matrimonio gay. “Nada me provocaría mayor satisfacción que ver que la mandataria de mi país se suma a esta lucha que muchos y muchas hicimos propia y muestra tener el valor para tomar partido ante nuestro reclamos por el matrimonio para parejas del mismo sexo y explicarle al Vaticano que Argentina es un país laico y que su gobierno tiene como prioridad la felicidad de sus ciudadanos y ciudadanas”, decía.
Vecinas de Villa Mercedes, provincia de San Luis, Mariela y Elena conviven en una relación estable hace siete años. Mariela tiene 32 años y es abogada, Elena tiene 33 y es periodista. “Queremos casarnos porque nos amamos, y además entendemos que el estado debe reconocer nuestros derechos como ciudadanas iguales ante la ley. Tributamos, trabajamos, hacemos nuestro aporte y cumplimos con la sociedad como cualquier otro. No gozar de los mismos derechos nos coloca en una situación de inferioridad”, dice Elena. Escuchando las noticias, ayer supieron que el matrimonio de Alex y José María no había podido realizarse, pero no bajan los brazos: “Vamos a contactarnos ya con la Federación para presentar un amparo por nuestro caso y sumarnos a la campaña”.
POR BRUNO BIMBI
“Si pudiéramos, nos habrían casado hace rato. Por supuesto que vamos a presentar el amparo”, dice Vanesa Ferrario, 28 años, productora de medios audiovisuales. Hace cuatro años y medio conoció a Lis Tealdi —la misma edad, cocinera profesional y escritora amateur— y se enamoraron tan rápido que en seis meses ya estaban bajo el mismo techo, en Córdoba Capital.
—¿Por qué se quieren casar?
—Porque nos amamos, porque somos tradicionales, porque tenemos fe en nuestra relación, porque queremos festejar nuestro amor, porque queremos compartir nuestra vida y nuestros derechos...
—¿Qué significa para ustedes el matrimonio civil?
—Significa una vida sin miedos ni prejuicios. Podríamos compartir nuestras ganancias y pobrezas, nuestras enfermedades y alegrías. No queremos formar una "sociedad legal" para comprobar que lo nuestro es nuestro, porque no queremos depender de la buena fe (que la hay y mucha, gracias a Dios) de nuestras familias para heredarnos. Si en un futuro tenemos hijos queremos que sean de las dos y necesitamos para eso el apoyo de la ley. Nos daría el derecho a compartir la obra social, a acompañarnos mutuamente en caso de enfermedad... algo que hoy no se nos permite porque "no somos parientes".
A pesar del revés de la suspensión del casamiento entre Alex Freyre y José María Di Bello, Vanesa y Lis están dispuestas a acudir a la Justicia para reclamar su derecho al matrimonio civil. No son las únicas.
Marcelo y Miguel son pareja hace trece años y hace once que viven juntos en Río Turbio, provincia de Santa Cruz. Miguel es docente y Marcelo trabaja como administrativo en una escuela para adultos. “Este es un pueblo pequeño, con poca vida social. La mayoría de nuestros amigos de acá son heterosexuales, pero casi todo el pueblo nos conoce y sabe que somos una pareja de hombres. Eso no nos ha impedido vivir nuestra vida con tranquilidad, ya que somos muy respetados y queridos, quizás sea gracias a que vivimos sin ocultarnos de nadie ni mentir y somos buena gente”, explica Marcelo, que nació en Buenos Aires pero se fue a la provincia de la Presidenta para poder radicarse junto con el hombre al que ama.
—Si fuera posible, ¿se casarían?
—Los dos estamos de acuerdo con el matrimonio, aunque todavía no lo hemos planeado, quizás porque no queremos ilusionarnos con algo que no sabemos si será posible. Si existiera la posibilidad, por supuesto que lo haríamos. Estar casados nos permitiría proteger la pareja en situaciones en las que, de otro modo, estaríamos desamparados. No buscamos una unión amparada por la iglesia, ya que yo no soy religioso y además no creemos en la institución. Pero sí creemos en el matrimonio civil. Además, más allá de la decisión personal de casarnos o no, queremos sentirnos ciudadanos con los mismos derechos que el resto, y saber que si decidimos hacerlo, con un simple trámite podemos acceder a esta posibilidad.
—¿Van a presentar un recurso de amparo, como hicieron Alex y José María?
—En nuestro pueblo, no sé si sería productivo, ya que no creemos que algún juez esté dispuesto a jugarse. De todos modos, si es necesario para conseguir que la ley se apruebe, lo haremos. Estamos en permanente contacto con la Federación Argentina LGBT para informarnos sobre el tema.
En el barrio de San Cristóbal, en la Ciudad de Buenos Aires, Sergio García, 45 años, y Raúl Nadich, 62, tienen más esperanzas de conseguir un fallo a favor y poder casarse. Llevan siete años en pareja, viven juntos y en 2006 hicieron la unión civil, pero saben que con eso no alcanza. “Yo tengo tres hijos biológicos, de modo que sólo podría dejarle a Raúl el 20% de mis bienes”, explica Sergio, que trabaja como empleado ferroviario. Raúl es asistente gerontológico. “Vamos a hablar con la Federación para presentar nuestro amparo”, aseguran.
Norma Castillo, de sesenta y siete de edad, presidenta del primer Centro de Jubilados para Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans de la Argentina, reclamará a la justicia su derecho a casarse con quien desde hace treinta años es su mujer, Ramona Arévalo. La pareja vivió en Colombia durante un tiempo, hasta que decidieron volver a la Argentina. Cuando llegaron, hicieron la unión civil y todo el barrio de Parque Chás las acompañó al Registro. Fue una fiesta inolvidable. Ahora van por más: quieren casarse con todas las de la ley e irán a la justicia para conseguirlo. “Después de treinta años juntas, nadie nos va a discutir que somos un matrimonio”, dicen.
Daniel Lavella y Marcelo Cantó llevan juntos siete años y están legalmente casados desde hace tres. Viven en España, donde el matrimonio gay es legal desde 2005, pero quieren viajar a la Argentina para pedir que su matrimonio sea reconocido acá también. “Poseemos bienes allí, que quedarían protegidos para la pareja con el reconocimiento de nuestro matrimonio en Argentina. Además tenemos una empresa juntos”, explica Marcelo.
Lejos de la avanzada legislación española, que además de reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo cuenta con una ley de identidad de género que reconoce la identidad de las personas trans, Cintia Pili, travesti de 34 años de edad, no puede casarse con su novio, Diego Luna, ya que el Registro Civil la considera un hombre. Cintia es de Balcarce, provincia de Buenos Aires, y hace ocho años que convive con Diego. “Con mucho sacrificio nos compramos nuestra casa y somos muy felices. Yo estoy en situación de trabajo sexual y él es constructor de obra, albañil, pintor y techista. Queremos casarnos, más allá de que un papel no diferencia nuestro amor, porque nos importa tener el mismo derecho que todas las personas de este país, compartir la obra social y que lo que hemos luchado juntos, el día que falte alguno de los dos, el que queda no se quede en la calle”, explica.
Más jóvenes que los demás, Julio y Juan, ambos con dieciocho años, aún no viven juntos, aunque hace un año que son pareja. Julio está terminando la secundaria y Juan está en el CBC. “Todavía deberíamos pensar si queremos casarnos, a veces nos imaginamos cómo sería nuestro casamiento y nos gusta la idea de que todas las parejas presentemos amparos. Es simple, nos amamos y no vemos por qué nos niegan un derecho que cualquier persona debe tener. Es injusto y discriminatorio”, dice Julio. Con algunos años más, Javier Ulla, de 20, y Roberto Suárez, de 23, son pareja hace un año y medio, pero quieren esperar a recibirse para vivir juntos. Viven en Santiago del Estero. Javier es profesor de inglés y va por la mitad de la carrera de Psicología, mientras que Roberto estudia diseño gráfico y coordina un taller en una escuela para niños con capacidades diferentes. “Preferimos esperar unos años más hasta que nuestras carreras estén finalizadas y podamos ser independientes de nuestras familias”, aclara Roberto. Sin embargo, la idea de casarse ya está en sus planes: “Es algo que soñamos hace rato y el Estado tiene la obligación de darnos el marco legal para que podamos hacerlo”, explican.
—¿Qué le dirían a los diputados que deben tratar la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo?
—Que se pongan en la posición de padres y que imaginen cómo se sentirían sus hijos estuviesen en nuestro lugar. O inclusive que ellos mismos se pongan en nuestro lugar. No hay que confundir el matrimonio civil con el religioso. Que no esté permitido el matrimonio para personas del mismo sexo es una manera de invisibilizar nuestros derechos y, sobre todo, nuestro amor.
En Rosario, Martín Peretti Scioli, de treinta y seis años, y Oscar Marvich, de treinta y dos, ya presentaron su recurso de amparo para casarse. Lo hicieron en febrero del año pasado, antes que Alex y José María, pero el fallo de primera instancia fue en contra. Ahora esperan que la Cámara se pronuncie y de ser necesario llegarán hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ya tiene en estudio los dos primeros recursos: el de María Rachid y Claudia Castro y el de Alejandro Vannelli y Ernesto Larrese. Martín es diseñador gráfico y dirige el portal AG Magazine. Oscar es contador público y trabaja en una pyme. En su propia web, Martín publicó recientemente una dura carta abierta a Cristina Kirchner, luego que los diputados oficialistas dejaran sin quórum la reunión en la que debía votarse el dictamen de la ley de matrimonio gay. “Nada me provocaría mayor satisfacción que ver que la mandataria de mi país se suma a esta lucha que muchos y muchas hicimos propia y muestra tener el valor para tomar partido ante nuestro reclamos por el matrimonio para parejas del mismo sexo y explicarle al Vaticano que Argentina es un país laico y que su gobierno tiene como prioridad la felicidad de sus ciudadanos y ciudadanas”, decía.
Vecinas de Villa Mercedes, provincia de San Luis, Mariela y Elena conviven en una relación estable hace siete años. Mariela tiene 32 años y es abogada, Elena tiene 33 y es periodista. “Queremos casarnos porque nos amamos, y además entendemos que el estado debe reconocer nuestros derechos como ciudadanas iguales ante la ley. Tributamos, trabajamos, hacemos nuestro aporte y cumplimos con la sociedad como cualquier otro. No gozar de los mismos derechos nos coloca en una situación de inferioridad”, dice Elena. Escuchando las noticias, ayer supieron que el matrimonio de Alex y José María no había podido realizarse, pero no bajan los brazos: “Vamos a contactarnos ya con la Federación para presentar un amparo por nuestro caso y sumarnos a la campaña”.
ALGUNAS VERDADES QUE DEBEMOS APRENDER
Algunas verdades que debemos aprender
Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad.Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseo ser.Que es mas fácil reaccionar que pensar.Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.Que no importa qué tan lejos he estado de Dios, siempre me vuelve a recibir.Que todos somos responsables de nuestros actos.Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.Que hay dos días de cada semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.A no competir contra lo mejor de otros, sino a competir con lo mejor de mí.Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.Que si no controlo mi actitud, me controlara a mí.A nunca decirle a un niño que sus sueños son ridículos, ¿que tal si me cree?Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.Que la violencia atrae más violencia.Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: mi familia, mi fe, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad.Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseo ser.Que es mas fácil reaccionar que pensar.Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.Que no importa qué tan lejos he estado de Dios, siempre me vuelve a recibir.Que todos somos responsables de nuestros actos.Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.Que hay dos días de cada semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.A no competir contra lo mejor de otros, sino a competir con lo mejor de mí.Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.Que si no controlo mi actitud, me controlara a mí.A nunca decirle a un niño que sus sueños son ridículos, ¿que tal si me cree?Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.Que la violencia atrae más violencia.Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: mi familia, mi fe, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Eliana y Osvaldo se inscribieron en el Registro de Uniones Civiles de Río cuarto: "Vamos por más... por el casamiento"
Se llevó a cabo la primera unión civil en Río Cuarto de una pareja homosexual. Este es un hecho sin precedentes en la ciudad y se han presentado pocos casos a nivel país.
A patir de hoy, la pareja de Eliana y Osvaldo quedó inscripta en el Registro público voluntario de uniones civiles. Es decir que partir del dia de hoy podrán gozar de determinados beneficios y de ese vínculo que tanto anhelaban.
Mucha gente se acercó a presenciar al ceremonia. Autoridades municipales, familiares y amigos de la pareja no quisieron perderse este momento y manifestarles su apoyo.
La concejal Viviana Yawny fue una de los dos testigos de la unión. La edil fue la propulsora del proyecto y fue quién lo presentó en el Concejo Deliberante. Vale destacar que esta iniciativa fue aprobada por unanimidad.
Eliana, al término de la ceremonia, dijo “Estoy feliz, orgullosa. Vamos por más… por el casamiento. Gracias a todos los que nos acompañaron”.
Por su parte, Osvaldo, mencionó que “estaba bien” y que "hay muchas cosas que van a cambiar desde ahora"
El papá del novio, emocionado, expresó: “Estoy contento que sea así. Son los dos trabajadores. (…) Hace que están juntos 22 años. Ella es muy buena… ellos se llevan muy bien”, mencionó.
La mamá de Alcaraz, tambien fue protagonista de este evento único en Río Cuarto y dijo: “Ella tiene un gran corazón, se merece esto”, aseguró.
Vale destacar que Eliana, es la Coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) tomó la decisión de ser la primer travesti que efectuar una unión civil.
Clave:
* Nadia Molina, representante de ATTTA en Córdoba y del INADI, estuvo presente en el acto y dijo que "esto permite empezar a hablar de la igualdad de derechos de todos y todas".
* El festejo de la unión se hará en la biblioteca del Partido Socialista de calle Alberdi. Jure prometió ir ¿Irá?
Eliana y Osvaldo se inscribieron esta mañana como pareja en el Registro de Uniones Civiles en un hecho histórico para la comunidad homosexual y que provoca un fuerte cambio en la aceptación social de las parejas gays.
La titular de ATTTA en Río Cuarto y responsable de la oficina municipal de recepción de consultas dio el "Sí" ante el albañil Osvaldo, después de 23 años de noviazgo. Llegó vestida de rojo en un automóvil decorado con un imponente moño blanco en el techo.
"Ahora vamos por más, vamos por el casamiento", dijo entusiasmada Eliana al hablar con la prensa.
El acto fue oficializado en la subsecretaría de Gobierno después de las 10:30 de la mañana, cuando la pareja fue recibida por decenas de personas que celebraron el encuentro.
Eliana fue nombrada como "Ariel Ceferino", el nombre que aparece en el DNI y que generó el malestar de la militante social, quien espera por una nueva ley de Identidad de Genero que es debatida en el Congreso Nacional.
Tras cumplimentar con la documentación exigida, y con el acompañamiento de dos testigos, Eliana y Osvaldo firmaron el registro que fue aprobado por ordenanza en el Concejo Deliberante.
Se convirtieron de este modo en los primeros en sumarse a la propuesta que provocó el rechazo airado de las comunidades religiosas, fundamentalmente las evangélicas.
“Estoy contento que sea así. Son los dos trabajadores. (…) Hace que están juntos 22 años. Ella es muy buena… ellos se llevan muy bien”, dijo el padre del albañil Osvaldo quien aseguró que "desde un principio", aceptó la relación.
La madre de Alcaraz expresó que su hija “tiene un gran corazón, se merece esto”. La mujer es pastora envangélica pero decidió apartarse de su actividad religiosa por la presiones que recibía debido a la elección sexual de Eliana.
Una de las testigos de la unión fue la concejala Viviana Yawny, una de las impulsoras del proyecto de uniones civiles.
Dirigentes de asociaciones nacionales en defensa de los derechos homosexuales participaron del evento y se sumarán al festejo de la unión que se desarrollará esta noche en la biblioteca del Partido Socialista de calle Alberdi.
El intendente Juan Jure felicitó por teléfono a Eliana y prometió ir al festejo de cierre, según admitió la titular de ATTTA.
"Igualdad"
Nadia Molina, representante de ATTTA en Córdoba y del INADI, estuvo presente en el acto y dijo que "esto permite empezar a hablar de la igualdad de derechos de todos y todas".
jueves, 10 de diciembre de 2009
PRIMERA UNION CIVIL RIO CUARTO
Eliana Alcaraz, Coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) tomó la decisión de ser la primer travesti que efectuará la unión civil con la pareja de toda su vida, Osvaldo. Una historia de amor y lucha que marca el acontecer de la vida riocuartense.
Faltan horas, minutos, un tiempo maravilloso que terminará con la espera de 23 años, llenos de lucha, de angustias, de discriminación, de perseverar, de creer en que se podía cambiar la realidad.
Luego de 23 años Osvaldo y Eliana podrán legalizar su amor, podrán declarar al mundo, a su comunidad y a sus seres más queridos que su historia ha triunfado, que todas las adversidades acrecentaron sus lazos, que ambos creyeron profundamente en el otro para resistir todos los inconvenientes que les presentó la vida.
Ellos no son parte de una historia cualquiera, Osvaldo eligió a Eliana por su esencia, por lo que supo darle como mujer a lo largo del tiempo, por ser una luchadora sin temores, por su autenticidad que no admite caretas, por su parte ella lo ama a él por haberla elegido, por ser un compañero íntegro y atreverse al amor en una época donde los prejuicios combatían las identidades.
La condición sexual de Eliana Alcaraz es de una travesti, pero sólo hace falta conocerla para darse cuenta de lo que ella repite hasta el cansancio “soy una mujer en un cuerpo equivocado”. Eliana, Coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) realiza la unión civil con el hombre con el que eligió convivir desde hace 23 años y con quien dará un paso significativo que mejorará su condición legal como pareja.
Lo que para muchos es un acto común, para ellos implicó enfrentarse al mundo, en el último año se la vio a Eliana luchando por sus derechos, increpando a políticos y a religiosos para que entendieran que era necesario poder acceder a un marco legal en relación a la convivencia y que su amor iba mucho más allá de la condición sexual que ambos tenían.
Su causa, su lucha hoy tiene el feliz resultado de poder concretar el primer paso que es la unión civil, su objetivo apunta a llegar hasta el Congreso de la Nación para poder casarse. Sin embargo hoy toda su energía se concentra en el 11 de diciembre cuando ante un letrado afiance los lazos con el hombre que eligió para acompañarla hasta el fin de sus días, por ello no duda ni un instante de invitar a toda la comunidad a este evento, “la unión civil será un acto público y estamos levantando firmas para que comience a tratarse en el Congreso de la Nación la ley de identidad de género. Estamos en una lucha, así que esperamos que la gente nos acompañe”.
Si bien Eliana, como dirigente social siente gran satisfacción por este logro, su felicidad hoy se centra en su lado más personal, “hace 23 años que estoy esperando esto, nunca a mi concubino se le había ocurrido pedirme la mano y la verdad es que me sorprendió. Como estuve involucrada mucho en la ley de unión civil para que saliera la ordenanza, él me empezó a preguntar mucho acerca del tema y yo le explicaba acerca de los beneficios que nos otorga este derecho, de allí en más surgió su propuesta que realmente me emocionó, porque en ese pedido de mano él había una lucha mucho más grande”.
Eliana habla de Osvaldo con alegría, siente que su marido, así lo nombra, la apoya en su trabajo constantemente, a pesar de que ellos habían decidido, de común acuerdo, que los temas del trabajo quedaran en ese ámbito, “esto trascendió la barrera laboral porque empecé a tener reuniones en casa y así él se involucró y se preocupó por todo lo que sucedió”. Por ello el balance para esta luchadora es positivo, tanto así que se siente feliz de estar nominada a Ciudadana Destacada de Río Cuarto, porque básicamente siente que en sus metas se identifican no sólo los travestis, transexuales y homosexuales, sino también las personas heterosexuales.
Tras sus ojos caramelo, iluminados por la dicha, Eliana cuenta que para llegar a esta instancia tan personal juntó a toda su familia para explicarles el hecho que sucederá y la trascendencia del mismo, siente un profundo agradecimiento por el apoyo incondicional que todos le han brindado, sobre todo su madre, quien dice que es su cable a tierra y la persona que la entendió desde pequeña que ella era mujer en un cuerpo prestado.
Tal vez por ello Eliana desborda de gratitud, de dicha, porque las personas que más ama están junto a ella respaldándola en cada detalle del gran sueño de su vida que es el de formalizar su relación con Osvaldo, “este es un triunfo del amor. Hablaba con mi marido de que esto no lo estoy haciendo para nosotros, yo ya tengo todo, pero esta lucha es para el prójimo, más allá de que a mí me beneficia mucho, esto es para el futuro para que algún día los otros puedan tener otro tipo de vida”, remarca con satisfacción.
Eliana ya tiene listo el vestido que tendrá una cola de dos metros, sandalias italianas y el sueño de ser y hacer lo que toda su vida imaginó en su intimidad. Hoy todo está a punto de concretarse, de hacerse tangible…
Eliana siente que en esta unión civil ella dará un sí a la vida, a su identidad, al compromiso con su pareja, en este sí ella dejará atrás una parte de su vida, la de las imposibilidades, frustraciones, la de la discriminación, con este sí Eliana abre una nueva página en la historia de este Imperio que se ha caracterizado por ser conservadora y que se ha sabido adaptar a las necesidades de los nuevos tiempos…
Eliana dará el sí y con este simple monosílabo la realidad de muchos ya no será la misma…
Para comunicarse con Eliana Alcaraz en la Municipalidad de Río Cuarto comunicarse al Tel: 0358 – 4671310
Nota: Laura A. Pereyra
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sábado, 5 de diciembre de 2009
Llegó el día... Eliana y Osvaldo: Primera unión civil en Río Cuarto 11/12/09
Solicitaron inscribirse para el 11 de diciembre, a las 10:30. Será en la subsecretaría de Gobierno. Podría utilizarse la Sala de Situación debido a que se espera una importante cantidad de invitados. La pareja de Eliana, un albañil riocuartense, dijo que esperaron 23 años "este momento". Se conocieron el 8 de agosto de 1986 y aseguran que están cada vez más enamorados.
Eliana y Osvaldo se convirtieron en la primera pareja homosexual en solicitar fecha para inscribirse en el registro de uniones civiles.
Esta mañana formalizaron en la subsecretaría de Gobierno el planteo para registrar su pareja el próximo 11 de diciembre, a las 10:30.
El acto se realizará en la misma oficinal municipal del Palacio de Mójica, aunque en el municipio admiten que podría utilizarse la Sala de Situación debido a que se espera una importante cantidad de invitados.
La pareja de Eliana, un albañil riocuartense, dijo que esperaron 23 años "este momento". Se conocieron el 8 de agosto de 1986 y aseguran que están cada vez más enamorados.
Por su parte, la titular de ATTTA y responsable de la oficina municipal que recepciona las consultas consideró que el escaso interés de las parejas gays en sumarse al registro se debió a que hay temor al impacto mediático de las inscripciones.
Eliana Alcaráz y Osvaldo Quevedo, la primera pareja homosexual riocuartense en solicitar un turno para la inscripción en el registro de Uniones Civiles, ya preparan una fiesta de celebración para 150 personas.
Será el 11 de diciembre, a la noche, en la biblioteca del Partido Socialista en calle Alberdi 575.
Por la mañana, a las 10:30, en la subsecretaría de Gobierno se inscribirán en el registro que fue aprobado tras una fuerte polémica en el Concejo Deliberante.
La pareja espera que arriben dirigentes de agrupaciones que luchan por los derechos de homosexuales en todo el país.
Eliana y Osvaldo se convirtieron en la primera pareja homosexual en solicitar fecha para inscribirse en el registro de uniones civiles.
Esta mañana formalizaron en la subsecretaría de Gobierno el planteo para registrar su pareja el próximo 11 de diciembre, a las 10:30.
El acto se realizará en la misma oficinal municipal del Palacio de Mójica, aunque en el municipio admiten que podría utilizarse la Sala de Situación debido a que se espera una importante cantidad de invitados.
La pareja de Eliana, un albañil riocuartense, dijo que esperaron 23 años "este momento". Se conocieron el 8 de agosto de 1986 y aseguran que están cada vez más enamorados.
Por su parte, la titular de ATTTA y responsable de la oficina municipal que recepciona las consultas consideró que el escaso interés de las parejas gays en sumarse al registro se debió a que hay temor al impacto mediático de las inscripciones.
Eliana Alcaráz y Osvaldo Quevedo, la primera pareja homosexual riocuartense en solicitar un turno para la inscripción en el registro de Uniones Civiles, ya preparan una fiesta de celebración para 150 personas.
Será el 11 de diciembre, a la noche, en la biblioteca del Partido Socialista en calle Alberdi 575.
Por la mañana, a las 10:30, en la subsecretaría de Gobierno se inscribirán en el registro que fue aprobado tras una fuerte polémica en el Concejo Deliberante.
La pareja espera que arriben dirigentes de agrupaciones que luchan por los derechos de homosexuales en todo el país.
Los cruzados contra el matrimonio gay
Son abogados vinculados con la revista neonazi Cabildo y con los defensores de los represores de la última dictadura. Ya habían logrado interferir en casos de abortos no punibles. Y tuvieron una actuación violenta contra una muestra de León Ferrari.
Por Soledad Vallejos
Los cruzados en contra del matrimonio para personas del mismo sexo no son unos desconocidos: además de haber procedido como por ensayo y error en distintos juzgados hasta dar con uno que los ayudara a frenar la boda entre Alex Freyre y José María Di Bello, tienen una historia que los vincula con todos los temas posibles de la agenda reaccionaria de los últimos treinta años. El cierre de exposiciones impías como la retrospectiva que León Ferrari armó en 2004, las quejas ante estrenos sacrílegos como el del film El Código Da Vinci, los disturbios en charlas sobre el aborto son algunas de las más conocidas. A ellas habría que sumar, al referirse a casi todos los involucrados, la defensa de los militares represores de la última dictadura.
Ante el riesgo de un posible matrimonio entre dos varones recurrieron a argumentos más o menos en común: un orden natural en riesgo, la amenaza total a los derechos de incidencia colectiva, la necesidad esencial que todo niño y toda niña tienen de contar con padre y madre, varón y mujer. Son pocos, poquísimos. Esa conciencia los lleva a multiplicar y distribuir esfuerzos, pero llevan el método a tal grado de sistematicidad que terminan por parecer una gran familia, aun cuando entre sí no se reconozcan como tales.
El martes, dos medidas cautelares diferentes frenaron el casamiento de Freyre y Di Bello. Una de ellas, la menos mencionada, provenía de la Sala E de la Cámara Civil de la Nación, que había acogido una denuncia que la jueza María Rosa Bosio, del Juzgado Civil 92, había rechazado, compartiendo opinión con la fiscal Raquel Mercante, por improcedente. En la presentación inicial, realizada el 17 de noviembre, Pedro Javier Andereggen pidió la nulidad de la autorización que la jueza Gabriela Seijas había dado para que dos varones se casaran; argumentó que la magistrada no tenía competencia para revisar una cuestión de fondo vinculada con el Código Civil. Tras ser desestimada su causa, Andereggen, que se presentó como un interesado particular y querelló nada menos que a un expediente (algo tan inusual que suele ser improcedente), se recuperó del revés rápidamente. La Sala E de la Cámara, integrada por Juan Carlos Dupuis, Fernando Racimo y Mario Calatayud (y que tiene por secretario a Juan Manuel Leguizamón Houssay), resolvió atender su queja el mismo 1º de diciembre, y notificó rápidamente la medida cautelar al Registro Civil de Beruti y Coronel Díaz.
“Es un fallo excelente y puso las cosas en su lugar”, declaró rápidamente Andereggen a la agencia Notivida, lo cual es coherente con su trayectoria: en 2004, fue uno de los patrocinantes de la Asociación Cristo Sacerdote, que pidió a la jueza Liberatori el cierre de Retrospectiva: Obras 1954-2004, de León Ferrari, por dañar los sentimientos religiosos “de la mayoría” del pueblo argentino, y hacerlo doblemente porque las obras contaban con el amparo de una entidad estatal, como el Centro Cultural Recoleta. Para no faltar a la verdad, preciso es recordar que también patrocinaron esa causa Pablo Falabella, Francisco Roggero y Joaquín Otaegui (cuyos fantasmas, en los últimos dos casos, sobrevolaron la medida cautelar contra Freyre y Di Bello). Andere-ggen también patrocinó a Alberto Solanet (presidente de la Corporación de Abogados Católicos) el 1º de agosto de 2006, a la hora de apelar una sentencia de la Suprema Corte bonaerense del día anterior que autorizaba (innecesariamente, dado que encuadraba en lo tipificado como no punible, según reconoció el propio fallo del tribunal) el aborto terapéutico en el sonadísimo caso de LMR, la joven discapacitada mental violada por su padrastro. Como abogado de Solanet, Andereggen explicó que la Corporación procuraba evitar un “aborto u homicidio prenatal”. Por ello se presentaba en defensa de la “persona por nacer”, al considerarla “una persona carente de recursos”, y porque el estatuto 3 de la institución puntualiza que su misión es que los valores morales de “la Doctrina” y “el Magisterio” de la Iglesia, “intentando que éstos regulen las acciones de los individuos y la sociedad”. Andereggen también forma parte de la Sociedad de Abogados Penalistas, tiene un estudio declarado en Defensa al 800 y un hermano, Ignacio, tan relacionado como él.
En el caso del matrimonio por ahora frustrado, Andereggen estuvo por demás activo. El 17 de noviembre, es decir a cinco días del fallo de Seijas que autorizó el matrimonio y precisamente cuando vencía el plazo de apelación de la medida que podía emitir Mauricio Macri, el abogado comenzó a visitar las ventanillas judiciales. Ese mismo día, en el fuero Contencioso Administrativo presentó un amparo en el cual denunciaba al jefe de Gobierno por no apelar el permiso, “lo que constituye un acto de ilegalidad manifiesta, pues ello no está sujeto a oportunidad, mérito o conveniencia sino a actividad reglada”. El mismo día hizo la presentación en el Juzgado 92 (ésa es la causa que prosperó), alegando que la boda suponía un “perjuicio para el bien común”, porque “se ha fallado contra la esencia de un instituto de derecho natural (sic) como es el matrimonio”.
Una semana y un día después, el 25 de noviembre, el mismo Andereggen se presentó como patrocinante de Alejandro Taussig, representante de Pro Familia (Asociación Civil para la Promoción y Defensa de la Familia) y vocal de Red Unifam (al parecer inactiva desde mediados del año pasado), en la que también revistaban nombres del Instituto para el Matrimonio y la Familia (una suerte de think tank de la derecha más previsible, con disculpas de la expresión) de la Universidad Católica Argentina. La presentación fue realizada ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo, según afirmaron fuentes judiciales en esos días a la agencia DyN, “con el aval del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio”. La demanda sostenía la incompetencia de Seijas “para entender en los casos en que personas de igual sexo pretendan unirse en matrimonio”.
La otra causa que tuvo incidencia directa en la suspensión del matrimonio entre Freyre y Di Bello fue aquella en la cual la jueza Martha Gómez Alsina dictó una medida cautelar a pedido de Sabrina Melisa Lebed y Miguel Jorge Haslop. Este diario informó hace unos días tanto sobre la escasez de antecedentes de ella como sobre la existencia de antecedentes de él (presidente de la Comisión de Jóvenes Abogados del Colegio de Abogados de Capital Federal –es decir, el que no tiene representatividad ni controla la matrícula profesional–, además de integrante de la Corporación de Abogados Católicos). En el expediente, al que Página/12 tuvo acceso, sólo esos nombres figuran como actores. Sin embargo, en distintos medios informativos ultras durante la semana se afirmó que Lebed y Haslop tenían por abogados a Francisco Ro-ggero y Joaquín Otaegui, dos abogados archiconocidos por haber patrocinado causas llenas de moralina y pasión ultrarreligiosa, como la de Ferrari. Cabe agregar que Roggero y Otaegui comparten estudio en Puerto Madero, que posiblemente sean de una generación mucho mayor a la de Haslop, cuyo nombre, o el de un homónimo, fue relevado, en 2004, durante los incidentes por la visita de la activista pro derecho al aborto Rebecca Gomperts: de acuerdo con La Nación, un “Miguel Haslop”, que brindó testimonio en calidad de “uno de los jóvenes católicos”, anduvo entreverado en los desmanes. ¿Estará teniendo lugar un cambio de guardia, un entrenamiento de las nuevas generaciones?
Mucho más modestas y hasta románticas fueron las acciones de Jorge Luis Vitale y Jorge Horacio Martínez: ambos se apersonaron en el Registro Civil de Coronel Díaz un día antes de la ceremonia para dejar asentada su oposición al enlace. Martínez se identificó como un ciudadano argentino de 58 años, viudo. Vitale, de 60, dijo ser “abogado, divorciado”, lo que decididamente no cuadra con su labor al frente del “Consultorio para abogados y legisladores católicos”, ni con su especialidad en “aplicación del derecho canónico en la legislación de un país”. Su actuación más destacada, públicamente hablando, de los últimos años, fue en mayo de 2006, a poco del estreno de El Código Da Vinci: Vitale se presentó ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal como “católico apostólico romano, afectado por la película”, que era “una agresión y un insulto a la creencia de la mayoría”. Pidió que la Justicia obligara a la distribuidora del film a aclarar que se trataba de una ficción; exactamente lo mismo reclamaba el vocero del Opus Dei local, Esteban López del Pino.
Por su parte, la Corporación de Abogados Católicos afirma haber presentado en su propio nombre (y con el patrocinio de Eduardo Sambrizzi) “recursos de nulidad y apelación” contra la sentencia de Seijas. Sustenta sus supuestos recursos en la “defensa de los ‘derechos de incidencia colectiva’ a que hace mención el segundo párrafo del art. 43” de la Constitución Nacional. Sambrizzi afirmó haber iniciado los recursos el 16 de noviembre, ante la propia Seijas, y estar dispuesto a llegar a la Corte Suprema, llegado el caso. Posiblemente el presidente de la Corporación, Eduardo A. Bieule, fundador de Abogados por la Justicia y la Concordia (agrupación habitué de las marchas de Cecilia Pando), sea insistente sobre este tema.
Otras tres causas quedaron en el camino: una, presentada el 17 de noviembre por el hiperactivo Pedro Javier Andereggen contra Mauricio Macri en el Fuero Contencioso Administrativo porteño, por haber decidido no apelar (hasta ayer no había sido resuelta); otra, iniciada ante el tribunal 9 del Contencioso porteño por un aún ignoto Ernesto Lamuedra, también “contra el Gobierno de la Ciudad sobre amparo”, que ya fue desestimada; y una última, iniciada el 19 de noviembre por la Corporación de Abogados Católicos ante la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que ya fue rechazada.
Por Soledad Vallejos
Los cruzados en contra del matrimonio para personas del mismo sexo no son unos desconocidos: además de haber procedido como por ensayo y error en distintos juzgados hasta dar con uno que los ayudara a frenar la boda entre Alex Freyre y José María Di Bello, tienen una historia que los vincula con todos los temas posibles de la agenda reaccionaria de los últimos treinta años. El cierre de exposiciones impías como la retrospectiva que León Ferrari armó en 2004, las quejas ante estrenos sacrílegos como el del film El Código Da Vinci, los disturbios en charlas sobre el aborto son algunas de las más conocidas. A ellas habría que sumar, al referirse a casi todos los involucrados, la defensa de los militares represores de la última dictadura.
Ante el riesgo de un posible matrimonio entre dos varones recurrieron a argumentos más o menos en común: un orden natural en riesgo, la amenaza total a los derechos de incidencia colectiva, la necesidad esencial que todo niño y toda niña tienen de contar con padre y madre, varón y mujer. Son pocos, poquísimos. Esa conciencia los lleva a multiplicar y distribuir esfuerzos, pero llevan el método a tal grado de sistematicidad que terminan por parecer una gran familia, aun cuando entre sí no se reconozcan como tales.
El martes, dos medidas cautelares diferentes frenaron el casamiento de Freyre y Di Bello. Una de ellas, la menos mencionada, provenía de la Sala E de la Cámara Civil de la Nación, que había acogido una denuncia que la jueza María Rosa Bosio, del Juzgado Civil 92, había rechazado, compartiendo opinión con la fiscal Raquel Mercante, por improcedente. En la presentación inicial, realizada el 17 de noviembre, Pedro Javier Andereggen pidió la nulidad de la autorización que la jueza Gabriela Seijas había dado para que dos varones se casaran; argumentó que la magistrada no tenía competencia para revisar una cuestión de fondo vinculada con el Código Civil. Tras ser desestimada su causa, Andereggen, que se presentó como un interesado particular y querelló nada menos que a un expediente (algo tan inusual que suele ser improcedente), se recuperó del revés rápidamente. La Sala E de la Cámara, integrada por Juan Carlos Dupuis, Fernando Racimo y Mario Calatayud (y que tiene por secretario a Juan Manuel Leguizamón Houssay), resolvió atender su queja el mismo 1º de diciembre, y notificó rápidamente la medida cautelar al Registro Civil de Beruti y Coronel Díaz.
“Es un fallo excelente y puso las cosas en su lugar”, declaró rápidamente Andereggen a la agencia Notivida, lo cual es coherente con su trayectoria: en 2004, fue uno de los patrocinantes de la Asociación Cristo Sacerdote, que pidió a la jueza Liberatori el cierre de Retrospectiva: Obras 1954-2004, de León Ferrari, por dañar los sentimientos religiosos “de la mayoría” del pueblo argentino, y hacerlo doblemente porque las obras contaban con el amparo de una entidad estatal, como el Centro Cultural Recoleta. Para no faltar a la verdad, preciso es recordar que también patrocinaron esa causa Pablo Falabella, Francisco Roggero y Joaquín Otaegui (cuyos fantasmas, en los últimos dos casos, sobrevolaron la medida cautelar contra Freyre y Di Bello). Andere-ggen también patrocinó a Alberto Solanet (presidente de la Corporación de Abogados Católicos) el 1º de agosto de 2006, a la hora de apelar una sentencia de la Suprema Corte bonaerense del día anterior que autorizaba (innecesariamente, dado que encuadraba en lo tipificado como no punible, según reconoció el propio fallo del tribunal) el aborto terapéutico en el sonadísimo caso de LMR, la joven discapacitada mental violada por su padrastro. Como abogado de Solanet, Andereggen explicó que la Corporación procuraba evitar un “aborto u homicidio prenatal”. Por ello se presentaba en defensa de la “persona por nacer”, al considerarla “una persona carente de recursos”, y porque el estatuto 3 de la institución puntualiza que su misión es que los valores morales de “la Doctrina” y “el Magisterio” de la Iglesia, “intentando que éstos regulen las acciones de los individuos y la sociedad”. Andereggen también forma parte de la Sociedad de Abogados Penalistas, tiene un estudio declarado en Defensa al 800 y un hermano, Ignacio, tan relacionado como él.
En el caso del matrimonio por ahora frustrado, Andereggen estuvo por demás activo. El 17 de noviembre, es decir a cinco días del fallo de Seijas que autorizó el matrimonio y precisamente cuando vencía el plazo de apelación de la medida que podía emitir Mauricio Macri, el abogado comenzó a visitar las ventanillas judiciales. Ese mismo día, en el fuero Contencioso Administrativo presentó un amparo en el cual denunciaba al jefe de Gobierno por no apelar el permiso, “lo que constituye un acto de ilegalidad manifiesta, pues ello no está sujeto a oportunidad, mérito o conveniencia sino a actividad reglada”. El mismo día hizo la presentación en el Juzgado 92 (ésa es la causa que prosperó), alegando que la boda suponía un “perjuicio para el bien común”, porque “se ha fallado contra la esencia de un instituto de derecho natural (sic) como es el matrimonio”.
Una semana y un día después, el 25 de noviembre, el mismo Andereggen se presentó como patrocinante de Alejandro Taussig, representante de Pro Familia (Asociación Civil para la Promoción y Defensa de la Familia) y vocal de Red Unifam (al parecer inactiva desde mediados del año pasado), en la que también revistaban nombres del Instituto para el Matrimonio y la Familia (una suerte de think tank de la derecha más previsible, con disculpas de la expresión) de la Universidad Católica Argentina. La presentación fue realizada ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo, según afirmaron fuentes judiciales en esos días a la agencia DyN, “con el aval del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio”. La demanda sostenía la incompetencia de Seijas “para entender en los casos en que personas de igual sexo pretendan unirse en matrimonio”.
La otra causa que tuvo incidencia directa en la suspensión del matrimonio entre Freyre y Di Bello fue aquella en la cual la jueza Martha Gómez Alsina dictó una medida cautelar a pedido de Sabrina Melisa Lebed y Miguel Jorge Haslop. Este diario informó hace unos días tanto sobre la escasez de antecedentes de ella como sobre la existencia de antecedentes de él (presidente de la Comisión de Jóvenes Abogados del Colegio de Abogados de Capital Federal –es decir, el que no tiene representatividad ni controla la matrícula profesional–, además de integrante de la Corporación de Abogados Católicos). En el expediente, al que Página/12 tuvo acceso, sólo esos nombres figuran como actores. Sin embargo, en distintos medios informativos ultras durante la semana se afirmó que Lebed y Haslop tenían por abogados a Francisco Ro-ggero y Joaquín Otaegui, dos abogados archiconocidos por haber patrocinado causas llenas de moralina y pasión ultrarreligiosa, como la de Ferrari. Cabe agregar que Roggero y Otaegui comparten estudio en Puerto Madero, que posiblemente sean de una generación mucho mayor a la de Haslop, cuyo nombre, o el de un homónimo, fue relevado, en 2004, durante los incidentes por la visita de la activista pro derecho al aborto Rebecca Gomperts: de acuerdo con La Nación, un “Miguel Haslop”, que brindó testimonio en calidad de “uno de los jóvenes católicos”, anduvo entreverado en los desmanes. ¿Estará teniendo lugar un cambio de guardia, un entrenamiento de las nuevas generaciones?
Mucho más modestas y hasta románticas fueron las acciones de Jorge Luis Vitale y Jorge Horacio Martínez: ambos se apersonaron en el Registro Civil de Coronel Díaz un día antes de la ceremonia para dejar asentada su oposición al enlace. Martínez se identificó como un ciudadano argentino de 58 años, viudo. Vitale, de 60, dijo ser “abogado, divorciado”, lo que decididamente no cuadra con su labor al frente del “Consultorio para abogados y legisladores católicos”, ni con su especialidad en “aplicación del derecho canónico en la legislación de un país”. Su actuación más destacada, públicamente hablando, de los últimos años, fue en mayo de 2006, a poco del estreno de El Código Da Vinci: Vitale se presentó ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal como “católico apostólico romano, afectado por la película”, que era “una agresión y un insulto a la creencia de la mayoría”. Pidió que la Justicia obligara a la distribuidora del film a aclarar que se trataba de una ficción; exactamente lo mismo reclamaba el vocero del Opus Dei local, Esteban López del Pino.
Por su parte, la Corporación de Abogados Católicos afirma haber presentado en su propio nombre (y con el patrocinio de Eduardo Sambrizzi) “recursos de nulidad y apelación” contra la sentencia de Seijas. Sustenta sus supuestos recursos en la “defensa de los ‘derechos de incidencia colectiva’ a que hace mención el segundo párrafo del art. 43” de la Constitución Nacional. Sambrizzi afirmó haber iniciado los recursos el 16 de noviembre, ante la propia Seijas, y estar dispuesto a llegar a la Corte Suprema, llegado el caso. Posiblemente el presidente de la Corporación, Eduardo A. Bieule, fundador de Abogados por la Justicia y la Concordia (agrupación habitué de las marchas de Cecilia Pando), sea insistente sobre este tema.
Otras tres causas quedaron en el camino: una, presentada el 17 de noviembre por el hiperactivo Pedro Javier Andereggen contra Mauricio Macri en el Fuero Contencioso Administrativo porteño, por haber decidido no apelar (hasta ayer no había sido resuelta); otra, iniciada ante el tribunal 9 del Contencioso porteño por un aún ignoto Ernesto Lamuedra, también “contra el Gobierno de la Ciudad sobre amparo”, que ya fue desestimada; y una última, iniciada el 19 de noviembre por la Corporación de Abogados Católicos ante la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que ya fue rechazada.
martes, 1 de diciembre de 2009
La pareja gay advierte que no se irá del Registro Civil hasta realizar el trámite de casamiento
Alex Freyre y José María Di Bello se presentaron en la dependencia junto a diversas organizaciones y dirigentes políticos para exigir que se cumpla el acto; afirman que la jueza que habilitó la boda reclamó que se concrete la ceremonia; la Cámara Nacional en lo Civil resolvió que no se puede realizar el acto hasta que haya sentencia firme tras la nulidad
Decenas de dirigentes políticos e intergrantes de distintas organizaciones sociales, se presentaron en el Registro Civil a la hora prevista para el casamiento de Alex Freyre y José María Di Bello para protestar por la suspensión del acto, tras el fallo de nulidad dictaminado ayer por una jueza nacional.
"Señor jefe de Gobierno le pedimos que cumpla con la Constitución Nacional y de la ciudad de Buenos Aires y que haga valer la autonomía de la ciudad. El matrimonio tiene que ser celebrado hoy. Así lo determina el fallo de la doctora Seijas", solicitó públicamente Alex Freyre y aseguró que no se retirarán de la dependencia hasta que no se celebre la unión.
Esta mañana, la Cámara Nacional en lo Civil suspendió el matrimonio hasta que en la causa se dicte una sentencia definitiva, resolución que fue comunicada personalmente al director del Registro Nacional de Estado Civil.
"Estamos muy emocionados y muy decididos. Estamos en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, somos dos ciudadanos de esta ciudad y venimos a pedir que se cumpla con una sentencia firme de una jueza que hizo un fallo histórico", agregó Alex.
Mientras continúa la controversia sobre las competencias de los magistrados a nivel nacional y municipal, una de las voceras de la manifestación indicó que "la jueza Gabriela Seijas -que en primera instancia había habilitado a la pareja para que pueda contraer matrimonio- exigió hoy al Registro Civil que celebre el acto".
La titular de la INADI, María José Lubertino, apoyó el reclamo y pidió que se celebre la unión ya que consideró que al desconocer el fallo de la jueza Seijas, con competencia en el ámbito porteño, "se ve comprometida la autonomía de la ciudad de Buenos Aires".
"Vamos por todos los derechos, por la igualdad juridica y estos derechos deben tener el mismo nombre: matrimonio", dijo Alex y pidió que se tengan en cuenta los proyectos de vida de las personas con VIH, de los gays, lesbianas y transexuales.
La nulidad. Ayer, horas antes de la celebración del primer matrimonio gay en América latina, la magistrada subrogante del Juzgado Nacional en Primera Instancia Martha Gómez Alsina hizo lugar a una medida cautelar para declarar la "nulidad de la cosa juzgada" por la jueza Gabriela Seijas, que había habilitado el matrimonio. Alsina interpretó que un fallo dela justicia porteña en lo contencioso administrativo no podía declarar la inconstitucionalidad del Código Civil.
Aunque un fuero superior debe definir aún la cuestión de fondo, ayer el procurador general de la ciudad, Pablo Tonelli, aseguró que provisoriamente no se celebrará la unión.
En tanto, hoy la LGBT se presentó en el Juzgado Nº 85 Civil de Familia para solicitar la recusación de la magistrada Alsina para apartarla inmediatamente de la causa, la nulidad de todo lo actuado por ilegítimo e inconstitucional y para apelar la medida cautelar que pretende suspender el casamiento. Rachid indicó que en el juzgado les recibieron la presentación pero que aun no obtuvieron ninguna respuesta.
Por otro lado, la organización solicitó la copia certificada de todo lo actuado y presentará una denuncia ante el Consejo de la Magistratura y la Justicia Penal por abuso de poder y prevaricato. "La jueza no tenía posibilidad ni competencia para dictar una medida cautelar porque una jueza no puede anular otra orden de primera instancia. Eso contituye un delito penal", dijo Rachid.
Rachid, que acompañaba esta tarde a la pareja, dijo que detrás del fallo de nulidad hubo presiones de diferentes actores y agrupaciones católicas que presentaron la medida cautelar en múltiples juzgados "con la esperanza de que caiga ante un magistrado que haga lo que ellos quieran". "Todas las causas fueron rechazadas menos la de esta jueza inescrupulosa que hizo esta acción ilegal por la cual la vamos a denunciar penalmente", opinó.
Decenas de dirigentes políticos e intergrantes de distintas organizaciones sociales, se presentaron en el Registro Civil a la hora prevista para el casamiento de Alex Freyre y José María Di Bello para protestar por la suspensión del acto, tras el fallo de nulidad dictaminado ayer por una jueza nacional.
"Señor jefe de Gobierno le pedimos que cumpla con la Constitución Nacional y de la ciudad de Buenos Aires y que haga valer la autonomía de la ciudad. El matrimonio tiene que ser celebrado hoy. Así lo determina el fallo de la doctora Seijas", solicitó públicamente Alex Freyre y aseguró que no se retirarán de la dependencia hasta que no se celebre la unión.
Esta mañana, la Cámara Nacional en lo Civil suspendió el matrimonio hasta que en la causa se dicte una sentencia definitiva, resolución que fue comunicada personalmente al director del Registro Nacional de Estado Civil.
"Estamos muy emocionados y muy decididos. Estamos en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, somos dos ciudadanos de esta ciudad y venimos a pedir que se cumpla con una sentencia firme de una jueza que hizo un fallo histórico", agregó Alex.
Mientras continúa la controversia sobre las competencias de los magistrados a nivel nacional y municipal, una de las voceras de la manifestación indicó que "la jueza Gabriela Seijas -que en primera instancia había habilitado a la pareja para que pueda contraer matrimonio- exigió hoy al Registro Civil que celebre el acto".
La titular de la INADI, María José Lubertino, apoyó el reclamo y pidió que se celebre la unión ya que consideró que al desconocer el fallo de la jueza Seijas, con competencia en el ámbito porteño, "se ve comprometida la autonomía de la ciudad de Buenos Aires".
"Vamos por todos los derechos, por la igualdad juridica y estos derechos deben tener el mismo nombre: matrimonio", dijo Alex y pidió que se tengan en cuenta los proyectos de vida de las personas con VIH, de los gays, lesbianas y transexuales.
La nulidad. Ayer, horas antes de la celebración del primer matrimonio gay en América latina, la magistrada subrogante del Juzgado Nacional en Primera Instancia Martha Gómez Alsina hizo lugar a una medida cautelar para declarar la "nulidad de la cosa juzgada" por la jueza Gabriela Seijas, que había habilitado el matrimonio. Alsina interpretó que un fallo dela justicia porteña en lo contencioso administrativo no podía declarar la inconstitucionalidad del Código Civil.
Aunque un fuero superior debe definir aún la cuestión de fondo, ayer el procurador general de la ciudad, Pablo Tonelli, aseguró que provisoriamente no se celebrará la unión.
En tanto, hoy la LGBT se presentó en el Juzgado Nº 85 Civil de Familia para solicitar la recusación de la magistrada Alsina para apartarla inmediatamente de la causa, la nulidad de todo lo actuado por ilegítimo e inconstitucional y para apelar la medida cautelar que pretende suspender el casamiento. Rachid indicó que en el juzgado les recibieron la presentación pero que aun no obtuvieron ninguna respuesta.
Por otro lado, la organización solicitó la copia certificada de todo lo actuado y presentará una denuncia ante el Consejo de la Magistratura y la Justicia Penal por abuso de poder y prevaricato. "La jueza no tenía posibilidad ni competencia para dictar una medida cautelar porque una jueza no puede anular otra orden de primera instancia. Eso contituye un delito penal", dijo Rachid.
Rachid, que acompañaba esta tarde a la pareja, dijo que detrás del fallo de nulidad hubo presiones de diferentes actores y agrupaciones católicas que presentaron la medida cautelar en múltiples juzgados "con la esperanza de que caiga ante un magistrado que haga lo que ellos quieran". "Todas las causas fueron rechazadas menos la de esta jueza inescrupulosa que hizo esta acción ilegal por la cual la vamos a denunciar penalmente", opinó.
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