Ser homosexual no sólo significa combatir a la homofóbia, sino también luchar para sostener una relación. Las parejas gays tienen otras necesidades; muy distintas a las heterosexuales. Característica particular de las primeras: pasión desbordante.
Libremente se ha tergiversado la forma en que se maneja el tema de la homosexualidad; y para que ésto se haya tornado a un tema vicioso y de poco respeto, es porque muchos de los homosexuales han suministrado a la vereda la no actividad cognitiva entorno a nosotros.Con sólo reflexionar cuántas parejas se forman al año, sería impresionante la cifra obtenida. Pero también, de esas cantidades enormes de uniones, unas cuantas logran seguir juntas; sobreviven a lo que parece un holocausto en una tierra de nadie.
El amor entre dos hombres, entre homosexuales, es sin duda alguna, un sentimiento que existe. En términos de la psicología, el amor es un sentimiento variado, en sus aspectos relacionados con la conducta y el contenido mental, pero del que se cree que tiene una cualidad única y específica, un sentimiento de atracción y dependencia hacia una persona [fotografiado en ideas dentro del ‘Manual de Psicología y Pedagogía’ de editorial océano].
Aún no existe un descubrimiento científico que permita descubrir qué es el amor, si es una sustancia en nuestro organismo, una célula… aún no se sabe. Pero el que haya tenido la oportunidad de sentir amor, podrá mencionarle (sin alcanzar una explicación ‘lógica’) al mundo que es más que una descripción psicológica.
Hoy en día si un hombre es atraído o excitado por otro, y ambos sienten lo mismo, resulta muy cómodo decir “vamos a ser pareja”; sin antes atender los intereses propios, la imagen que se tiene de una unión de pareja, la responsabilidad que conlleva a ello. No hay lineamientos específicos en los cuales confiar para que una pareja homosexual prevalezca mucho tiempo. No hay una fórmula; lo cierto es que sí hay factores que suelen ser factibles.
Así lo establece en entrevista exclusiva el doctor Ricardo León, psicoterapeuta, especialista en terapias de pareja e individual en la diversidad sexual: “Que establezcan sus reglas propias, no repitan las normas que conocen desde la heterosexualidad (porque no son heterosexuales) , afirma. Que hagan su propio mundo afectivo. Que se relacionen desde la verdad con los demás, con su grupo afectivo. Que se puedan comunicar (obviamente que se escuchen, que se entiendan)”.
Homosexuales más apasionados que heterosexuales
Los homosexuales nacemos con cierta particularidad: la pasión. No es un hecho comprobado, pero sí situado en experiencias conocidas, de otros o de nosotros mismos.
Somos más apasionados en lo que hacemos, en nuestras relaciones amorosas, con las amistades… También cuando creamos arte. La mayoría de los filósofos, escritores (novelistas, poetas, etc.), escultores, muralistas, y muchos más, han sido homosexuales —claro, sin dejar a un lado a los intelectuales y artistas que prefieren la vida heterosexual—.
Lo cierto es que, a veces, usamos esa pasión, únicamente para el sexo. No es malo —por supuesto que no—. Sin embargo, hay muchas otras cosas por las que podemos inclinar parte de esa enorme característica que poseemos.
La pasión es el apetito o afición vehemente a algo. Asimismo, es la inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona (Diccionario Esencial de la Lengua Española Real Academia Española) La emoción fuerte es conocida como pasión, según el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española, de Guido Gómez Silva. Proviene del latín passus, que significa sufrimiento o acción de padecer. La pasión nos lleva a la necesidad de la satisfacción, del placer.
“Cuando el hombre ama de verdad, su pasión lo penetra todo y es capaz de traspasar la tierra”. Frase del poeta nicaragüense, Rubén Darío.
Formando cimientos de disímil carácter
La responsabilidad tendría que formar parte trascendental dentro de la unidad de pareja, de que el camino que comenzaron a recorrer juntos se torne con los elementos que para ambos son importantes, son esenciales. Levantar el vuelo con los propulsores que en las alas de ambos construyeron.
“Las relaciones heterosexuales forman vínculos afectivos con hijos, forman vínculos afectivos con una sociedad que los acepta. Y eso finalmente, entretiene la relación y le da factores para poder seguir; e intereses en común. . . Es muy importante que la relación homosexual empiece a buscar éstos, que hagan proyectos juntos, de vida; donde empiecen a tener hijos de otra manera, no hijos de carne y hueso, pero sí, estos proyectos, intereses, que crezcan juntos, que se apoyen y que diversifiquen las cosas”.
“Que se platiquen cuando sientan que viven en la monotonía, cuando sientan que está bajando el amor, que alimenten. Sin las mismas reglas que vivieron de sus padres, que formen reglas juntos. Y esto es muy difícil, pero es muy importante porque eso hace que se entiendan, que se conozcan, y puedan ser empáticos o no, desde su verdad, desde su emoción”, expone, explícitamente, el doctor León.
Y si a todo esto le incorporamos que sí existieron o existen parejas de toda la vida, que fueron ancianos juntos, que compartieron su vida entera a amarse, a entenderse y dar lo mejor de sí al mundo, parecería un camino alentador. Un camino de ejemplo para quienes deseamos que a sí sea.
El sexo no lo es todo
No todo en la vida es el sexo. Sí, juega un papel importante, pero no la parte primordial para la unidad. El sexo es placentero, pero es aún mayor cuando se está con un hombre que te llena en todos los sentidos; uon hombre que te sabe amar, que te procura, que está contigo en las desdichas y en los éxitos; que sabe entender cuando quieres tener sexo y cuando deseas dormir; que motive su vida y la tuya para luchar juntos; que lo que menos importa es la edad o la situación social; lo importante es que no haya barreras en la comunicación.
Nadie dijo que era fácil…
La pareja homosexual es difícil —como todo en la vida: nada es gratis y se requiere de un esfuerzo—, la homofobia está plasmada en el sitio y las personas que menos se espera. Es una lucha constante, pero que en esta vida nada es imposible cuando se quiere, de verdad.
Tomar la decisión de unirte a un hombre es porque la relación es digna para ello; porque así se quiere, no sólo de hacerse novios hoy, y terminarla mañana o dentro de dos semanas. Es una decisión que requiere de mucha lucha constante por parte de los dos (no tiene que ser dolorosa; pero en todo hay que trabajar para mantener lo que queremos); pero que al final, todo torna a ser un mundo afectivo realmente satisfactorio, plasmado en las fotografías de nuestra vida, de nuestro corazón, de nuestra alma y de nuestro ser. Los colores de la vida son los que nosotros queramos darle.
No importa si quieres tener una relación con tu compañero sentimental, igual a la que tus padres tienen; una relación de reglas propias; o quieras una relación más abierta… como la quieras tener… lo verdaderamente importante es la lucha constante, el darle de comer y beber a tu relación. Es la complicidad de ambos. El amor se alimenta, se procura. Bríndale atención a tu compañero. Si está contigo, es porque tú así lo quisieron; nadie los obligó a formarse en pareja… ¡piénsalo bien!
Fuente: Israel Mendoza Torres
Libremente se ha tergiversado la forma en que se maneja el tema de la homosexualidad; y para que ésto se haya tornado a un tema vicioso y de poco respeto, es porque muchos de los homosexuales han suministrado a la vereda la no actividad cognitiva entorno a nosotros.Con sólo reflexionar cuántas parejas se forman al año, sería impresionante la cifra obtenida. Pero también, de esas cantidades enormes de uniones, unas cuantas logran seguir juntas; sobreviven a lo que parece un holocausto en una tierra de nadie.
El amor entre dos hombres, entre homosexuales, es sin duda alguna, un sentimiento que existe. En términos de la psicología, el amor es un sentimiento variado, en sus aspectos relacionados con la conducta y el contenido mental, pero del que se cree que tiene una cualidad única y específica, un sentimiento de atracción y dependencia hacia una persona [fotografiado en ideas dentro del ‘Manual de Psicología y Pedagogía’ de editorial océano].
Aún no existe un descubrimiento científico que permita descubrir qué es el amor, si es una sustancia en nuestro organismo, una célula… aún no se sabe. Pero el que haya tenido la oportunidad de sentir amor, podrá mencionarle (sin alcanzar una explicación ‘lógica’) al mundo que es más que una descripción psicológica.
Hoy en día si un hombre es atraído o excitado por otro, y ambos sienten lo mismo, resulta muy cómodo decir “vamos a ser pareja”; sin antes atender los intereses propios, la imagen que se tiene de una unión de pareja, la responsabilidad que conlleva a ello. No hay lineamientos específicos en los cuales confiar para que una pareja homosexual prevalezca mucho tiempo. No hay una fórmula; lo cierto es que sí hay factores que suelen ser factibles.
Así lo establece en entrevista exclusiva el doctor Ricardo León, psicoterapeuta, especialista en terapias de pareja e individual en la diversidad sexual: “Que establezcan sus reglas propias, no repitan las normas que conocen desde la heterosexualidad (porque no son heterosexuales) , afirma. Que hagan su propio mundo afectivo. Que se relacionen desde la verdad con los demás, con su grupo afectivo. Que se puedan comunicar (obviamente que se escuchen, que se entiendan)”.
Homosexuales más apasionados que heterosexuales
Los homosexuales nacemos con cierta particularidad: la pasión. No es un hecho comprobado, pero sí situado en experiencias conocidas, de otros o de nosotros mismos.
Somos más apasionados en lo que hacemos, en nuestras relaciones amorosas, con las amistades… También cuando creamos arte. La mayoría de los filósofos, escritores (novelistas, poetas, etc.), escultores, muralistas, y muchos más, han sido homosexuales —claro, sin dejar a un lado a los intelectuales y artistas que prefieren la vida heterosexual—.
Lo cierto es que, a veces, usamos esa pasión, únicamente para el sexo. No es malo —por supuesto que no—. Sin embargo, hay muchas otras cosas por las que podemos inclinar parte de esa enorme característica que poseemos.
La pasión es el apetito o afición vehemente a algo. Asimismo, es la inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona (Diccionario Esencial de la Lengua Española Real Academia Española) La emoción fuerte es conocida como pasión, según el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española, de Guido Gómez Silva. Proviene del latín passus, que significa sufrimiento o acción de padecer. La pasión nos lleva a la necesidad de la satisfacción, del placer.
“Cuando el hombre ama de verdad, su pasión lo penetra todo y es capaz de traspasar la tierra”. Frase del poeta nicaragüense, Rubén Darío.
Formando cimientos de disímil carácter
La responsabilidad tendría que formar parte trascendental dentro de la unidad de pareja, de que el camino que comenzaron a recorrer juntos se torne con los elementos que para ambos son importantes, son esenciales. Levantar el vuelo con los propulsores que en las alas de ambos construyeron.
“Las relaciones heterosexuales forman vínculos afectivos con hijos, forman vínculos afectivos con una sociedad que los acepta. Y eso finalmente, entretiene la relación y le da factores para poder seguir; e intereses en común. . . Es muy importante que la relación homosexual empiece a buscar éstos, que hagan proyectos juntos, de vida; donde empiecen a tener hijos de otra manera, no hijos de carne y hueso, pero sí, estos proyectos, intereses, que crezcan juntos, que se apoyen y que diversifiquen las cosas”.
“Que se platiquen cuando sientan que viven en la monotonía, cuando sientan que está bajando el amor, que alimenten. Sin las mismas reglas que vivieron de sus padres, que formen reglas juntos. Y esto es muy difícil, pero es muy importante porque eso hace que se entiendan, que se conozcan, y puedan ser empáticos o no, desde su verdad, desde su emoción”, expone, explícitamente, el doctor León.
Y si a todo esto le incorporamos que sí existieron o existen parejas de toda la vida, que fueron ancianos juntos, que compartieron su vida entera a amarse, a entenderse y dar lo mejor de sí al mundo, parecería un camino alentador. Un camino de ejemplo para quienes deseamos que a sí sea.
El sexo no lo es todo
No todo en la vida es el sexo. Sí, juega un papel importante, pero no la parte primordial para la unidad. El sexo es placentero, pero es aún mayor cuando se está con un hombre que te llena en todos los sentidos; uon hombre que te sabe amar, que te procura, que está contigo en las desdichas y en los éxitos; que sabe entender cuando quieres tener sexo y cuando deseas dormir; que motive su vida y la tuya para luchar juntos; que lo que menos importa es la edad o la situación social; lo importante es que no haya barreras en la comunicación.
Nadie dijo que era fácil…
La pareja homosexual es difícil —como todo en la vida: nada es gratis y se requiere de un esfuerzo—, la homofobia está plasmada en el sitio y las personas que menos se espera. Es una lucha constante, pero que en esta vida nada es imposible cuando se quiere, de verdad.
Tomar la decisión de unirte a un hombre es porque la relación es digna para ello; porque así se quiere, no sólo de hacerse novios hoy, y terminarla mañana o dentro de dos semanas. Es una decisión que requiere de mucha lucha constante por parte de los dos (no tiene que ser dolorosa; pero en todo hay que trabajar para mantener lo que queremos); pero que al final, todo torna a ser un mundo afectivo realmente satisfactorio, plasmado en las fotografías de nuestra vida, de nuestro corazón, de nuestra alma y de nuestro ser. Los colores de la vida son los que nosotros queramos darle.
No importa si quieres tener una relación con tu compañero sentimental, igual a la que tus padres tienen; una relación de reglas propias; o quieras una relación más abierta… como la quieras tener… lo verdaderamente importante es la lucha constante, el darle de comer y beber a tu relación. Es la complicidad de ambos. El amor se alimenta, se procura. Bríndale atención a tu compañero. Si está contigo, es porque tú así lo quisieron; nadie los obligó a formarse en pareja… ¡piénsalo bien!
Fuente: Israel Mendoza Torres
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