Un tema que ha venido girando en mi cabeza desde hace bastante tiempo son las relaciones de internet. Y es que incluso desde que tú estás leyendo estas líneas ya hay una relación, desde que tecleaste esta página. Pero ¿qué pasa con las relaciones de amor que se viven en este amplio mundo cibernético?Creo que muchos de nosotros hemos llegado a conocer a alguien que surgió de internet. Las historias pueden ser muy diversas: buenas citas, citas nefastas, personas que mienten y crean un mundo inexistente o imposible de transportar a la realidad o personas que usamos la red para comunicarnos y preferimos hacer una cita en un café o platicar por teléfono a tener sólo un intercambio de algunas letras.
Pero ¿realmente las relaciones de pareja por aquí funcionan? Es difícil afirmarlo o negarlo. Siempre he creído que el amor se vive de frente y compartiendo momentos, no sólo con unas letras o llamadas. Lo que no descarto es que internet podría ser el vínculo o el modo de encuentro con algunas personas.
En la actualidad se vive con temor. Ya lo dice el sociólogo alemán Zygmunt Bauman en su gran libro Amor Líquido, donde asegura que vivimos relaciones líquidas que jamás se solidifican y unen, porque amar es un riesgo que no es fácil asumirse y vivirse: “Es preferible crear pocos lazos con las personas para que, de ser necesario, sea más sencillo salir corriendo”.
Todo en estos momentos parece ser efímero: la moda, los lugares favoritos, la tecnología. Todo grita “aquí y ahora” porque el futuro es incierto. Ni yo puedo asegurar donde estaré en un futuro, mucho menos podré hacerlo por alguien más.
Por eso las historias de amor se han vuelto un tanto decepcionantes. Personas que no se comprometen, infidelidades constantes, ilusiones efímeras, mentiras, caretas, sexo de una noche, sexo constante pero sin llegar a nada más.
Es preferible subirse el cierre y decir adiós, que volver a verse y arriesgarse a una relación de pareja donde se requerirá tiempo, diálogo, donde el compartir se vuelve fundamental para construir algo; pero donde existe la posibilidad de que no funcione del todo y parecerá que nada habrá valido la pena.
Por eso muchos seres humanos eligen la compañía de una noche, se disfruta, y aunque el vacío grite al día siguiente, siempre habrá alguien más que esté dispuesto a llenarlo. Por eso internet es una opción tan importante para muchas personas. Páginas donde creas tu perfil y puedes conocer cientos de amigos o quizás el amor en cualquier parte del mundo.
No puedo decir si esto funciona o no. Eso cada quien debe construirlo. Lo que sí sé es que internet te conecta con tantas personas que poder conocer a alguien y tener citas o encuentros no es algo que escaseará. Siempre habrá alguien.
Lo importante es no estigmatizar a este medio de comunicación, sino tener claro lo que se busca y tomar ciertas precauciones al conocer a alguien. Los estigmas siempre pesan y se dejan oír en frases como: “sólo gente vacía”, “sólo gente ociosa con mucho tiempo libre”, “sólo gente que miente”. Yo no creo. No podemos afirmar un “todos” cuando hay tanta gente y cada quien tiene su universo y sus matices propios y buscamos cosas distintas.
Es necesario tener claro de antemano que, como todo en esta vida, hay riesgos: podrán haber encuentros muy agradables, personas interesantes, mujeres bellas, hombres apuestos, buenas pláticas, pero también está el lado contrario y eso no significa perder.
El internet te acerca, te da posibilidades, pero las prioridades las fija cada quien, las vivencias y las decisiones las tomamos cada uno de nosotros.
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