Tener una buena cama
La musculatura debe relajarse lo suficiente para aprovechar al máximo las horas de sueño. "La actividad diaria, las tensiones a las que nos sometemos, pueden hacer que aparezcan dolores musculares y articulares que nos quitan el descanso". Para evitar estos dolores y descansar debemos tener en cuenta estos trucos:
Antes de acostarse hay que realizar suaves desperezares con los brazos. Esto se puede realizar sentado o de pie. En este último caso, se pueden estirar las piernas al completo.
Tumbarse boca arriba volver a estirarse y desperezarse de forma suave, tratando de realizar diferentes posiciones que ayuden a desentumecer todas las articulaciones.
Girar la cintura suavemente, girando las piernas hacia un lado y el tronco hacia el otro. Repetir lo mismo hacia el otro lado.
Acomodarse boca arriba y dedicar unos segundos a sentir todo el peso del cuerpo, en especial el del cráneo y toda la musculatura de la cara.
En el rostro se acumulan muchas tensiones, sobre todo en la frente y en la mandíbula, por eso hay que abrir la boca intensamente y coger aire a la vez e intentar que surja un bostezo. Esto se aprovecha al máximo para destensar la mandíbula, la musculatura cervical y la base del cráneo.
Justo antes de dormir conviene hacer respiraciones diafragmáticas. Se trata de dirigir el aire hacia la zona abdominal y dejar que el aire salga libremente.
Con estos consejos se relajan los planos musculares más profundos y se puede llegar a una profunda relajación, con efectos sedantes.
Muchas veces, cuando no podemos dormir o nos levantamos muy cansados, la culpa la tiene nuestra cama. El colchón ya está vencido, no tiene las características adecuadas, es muy duro o vaya a saberse qué problema hay; lo cierto es que él y nuestra cama son la base para nuestro descanso, si ellos fallan, nuestro descanso también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario