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sábado, 27 de septiembre de 2008

Hollywood Queer


El periodista Leandro Palencia publica ´Hollywood Queer´, un recorrido biográfico y temático sobre el mundo gay en la meca del cine.

Los homosexuales siempre han tenido una presencia vital en Hollywood, tanto dentro como fuera de la pantalla, y, aunque en numerosas ocasiones no han visto reflejada su propia realidad, mantienen una especial relación con este poderoso medio a través del que se comunican y comparten sus vivencias.

Además, en las salas se proyectan, confirman y conforman sus deseos y emociones gracias a las estrellas, los personajes y las historias de las películas.

Sobre estas premisas se construye ´Hollywood Queer´, un recorrido biográfico y temático por la historia de las sexualidades cinematográficas gay, lesbiana, bisexual y travesti firmado por el periodista Leandro Palencia. Este recorrido biográfico y temático sobre el mundo gay en la meca del cine (T&B) deja claro que, dentro de la industria cinematográfica hollywoodiense, siempre han sido una comunidad influyente y poderosa en la que actores, bailarines, directores, diseñadores, peluqueros, modistos, maquilladores y productores se esforzaban por aparentar ser "normales" y tenían como norma la discreción para no ser excluidos de la sociedad del celuloide.

Este repaso sobre los secretos y mentiras de la meca del cine respecto a los homosexuales rememora como en la época dorada del cine se les llamaba "amigos perfumados" y "hombres del crepúsculo" y que durante décadas la homosexualidad, más que invisible, era tabú en la gran pantalla. Así, cuando se representaba era indirectamente y normalmente a través de estereotipos homófobos. Afeminados esnob, esteta impecable, peluquero, fotógrafo de moda, el chismoso, el ridículo y la profesora solterona del colegio eran los más habituales.



´Hollywood Queer´ también aborda el fenómeno fans, que cada vez están más interesados en saber si sus intérpretes lo son, mucho más después de encarnar a uno -casi era una norma en Hollywood seleccionar a actores heterosexuales para personajes homosexuales para atraer a más espectadores-. En los años veinte, los estudios arreglaban romances y matrimonios blancos, más que por una cuestión moral, por la taquilla porque, si un actor daba dinero, no importaba la identidad sexual. Eso sí, si dejabas de ocultarla, podían arruinar tu carrera. "Hollywood siempre ha considerado lo homosexual como veneno para la taquilla, incluso ahora persiste la idea de que un actor-actriz abiertamente homosexual está acabado porque nadie creerá en el/ella como sex- symbol o galán para el otro sexo", declara el escritor, que subraya que lo que manda en la meca del cine es el negocio, por lo que muchas estrellas tienen que ajustar su conducta privada a su imagen ficticia de la pantalla.

El código de silencio se agravó por la repercusión social de las películas y los constantes escándalos de las estrellas. Durante los años 20 se incluyeron contratos con cláusulas de moralidad -ni drogas, ni orgías, ni adulterio ni homosexualidad-. Rentabilidad Curiosidades como que el género por excelencia masculino, el cine negro, es donde hay más personajes vagamente caracterizados como homosexuales, sobre todo si hacen de villanos asesinos; y que identificarse con un personaje femenino fue el único medio que tenían los gays para vivir por "delegación" unos sentimientos íntimos, salpican la que es la primera guía en castellano de la teoría ´queer´ en el cine, que siempre ha entendido que los homosexuales están locos por las películas y son obsesivos y fanáticos con las estrellas del cine -Montgomery Clift, Marilyn Monroe o Judy Garland, entre otros muchos ejemplos-. El empuje de la tele y películas como ´La luna es azul´ y ´El hombre del brazo de oro´ permitió al cine tratar temas "más adultos", pero continuaba el problema con el homosexual.
El libro apunta a que la irrupción en Estados Unidos de un cine específicamente homosexual fue gracias al cine underground de los sesenta. La fábrica de sueños empieza a tratar la homosexualidad de un modo más complejo como en ´Reflejos de un ojo dorado´, con Marlon Brando a las órdenes de John Huston, y ´El sargento´, centradas en la homosexualidad reprimida dentro del ejército.

Más espectacular fue el tratamiento en la oscarizada ´Cowboy de medianoche´, ´El asesinato de la hermana George´ y ´Los chicos de la banda´, aunque hasta los ochenta no hay una tolerancia ni visión positiva de lo homosexual. Y es que en los ochenta fue cuando se descubrió que los filmes explícitos sobre la homosexualidad podían ser rentables. ´A la caza´, ´Vestida para matar´, ´¿Víctor o Victoria?´, ´Algo más que colegas´, ´El beso de la mujer araña´, ´Mi hermosa lavandería´ y ´Maurice´, son algunos de los títulos de esta época en la que el sida hizo estragos en la comunidad homosexual.

La enfermedad se tradujo en Hollywood en un regreso a la pura masculinidad representado por Stallone, Schwarzenegger, Burce Willis y Van Damme. Estos musculosos actores tuvieron su versión femenina en las heroínas de ´Alien´ -Sigourney Weaver-, ´Terminator´ -Linda Hamilton- y ´La teniente O´Neill -Demi Moore-, que combinaban masculinidad y feminidad y daban una imagen "marimacho".

Hollywood volvió a mirar a los homosexuales en la entrega de los Oscar 1991 -ceremonia en la que todos los invitados lucían lazos rojos en los vestidos-. En esta década, los filmes independientes que exploran los límites de la sexualidad son ´El banquete de bodas´ y ´Mullholland Drive´, de Ang Lee y David Lynch, respectivamente, aunque las que más llamaron la atención fueron ´Boys Don´t Cry´, ´Lejos del cielo´ y ´Las horas´.

Fuera de EE.UU también aparcaron los esquemas masculino-femenino la cinta neozelandesa ´Criaturas celestiales´, la británica ´Juego de lágrimas´ y la española ´Todo sobre mi madre´, entre otras. Demostrado su éxito comercial, la capital del cine se animó a invertir en filmes que exploraran la sexualidad de manera más abierta, pero lo cierto es que triunfaron las que repitieron la fórmula del homosexual que muere al final -´Philadelphia´, de Jonathan Demme- o que son ruines y viciosos criminales -´Instinto básico´-.No obstante, Hollywood está más cómodo con obras que muestran al homosexual como una figura pintoresca y graciosa, especialmente si son drag queens -´´A Wong Foo, gracias por todo JulieNewman´ o ´Una jaula de grillos´-, o el mejor amigo del protagonista hetero -´La boda de mi mejor amigo´-.

Si antaño la censura venía del exterior, en los últimos tiempos provienen de este colectivo que reclama imágenes que les retrate políticamente correctos -felices, educados, inteligentes, integrados y sin problemas con su condición sexual- y alzan su voz contra títulos que no cumplen sus expectativas como ´Instinto básico´ o ´Braveheart´. ´Hollywood Queer´ también incluye a profesionales, películas y temas, entradas con las que el autor recalca que no pretende el ´outing´ -personajes que esconden su identidad sexual ´salgan del armario´- como Queer Nation´. Este grupo radical ha perseguido a Debra Winger, Tom Selleck, Jona Travolta, Richard Gere, Jodie Foster y Richard Chamberlain. Otros sospechosos habituales son Tom Cruise, Kevin Spacey y Timothy Hutton.

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