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sábado, 20 de septiembre de 2008

“Papás: soy gay, soy lesbiana” (Psico-reacciones de los padres)

INTRODUCCIÓN
Por: Padres, familias y amigos de Lesbianas y Gays ( Philadelphia)(*)

La psicología ha estudiado qué sucede cuando una persona recibe una noticia nueva que le resulta dolorosa. Por ejemplo, el accidente sorpresivo de un hijo/a atropellados seriamente por un vehículo, un embarazo que trunca grandes expectativas soñadas por los padres, un aviso de que el hijo/a se salen importantemente del camino esperado por ellos y la sociedad, etc.
Lo que sucede, dicen los psicólogos, es que la o las personas afectadas suelen generalmente pasar por diversas etapas. En ciertas personas unas etapas duran más que otras. Paralelamente algunas personas pueden saltar alguna etapa o, quizás, adelantar una de las fases sobre la otra. Algunas atraviesan estas etapas en 2 o 3 meses y a otras les toma años. Y, también, no siempre las personas logran llegar a la positiva etapa final y se quedan fijados en una fase previa de la que no pueden salir.
No se trata pues de unas reacciones psicológicas prefijadas para todas las personas (padres en este caso), sino de etapas que han de ser entendidas como una guía flexible para que, el hijo o hija que confiesa a sus padres su homosexualidad, sepan a qué atenerse para auto-ayudarse y, también, para poder dar seguimiento a sus padres, entenderles y colaborar con ellos hacia una buena salida. Estas reflexiones son válidas en un contexto conservador latinoamericano (muy distinto al europeo) y en el ámbito de una persona adolescente o muy joven (sin embargo también puede servir a una persona de mayor edad, por ejemplo con sus estudios universitarios finalizados; otros, de más edad, podrán verse en un espejo y comprender mejor el ayer).
Si piensas salir del clóset ante tus padres, debes haberlo pensado muy a fondo y estar plenamente seguro/a del paso que vas a dar. No todo el mundo revela, ni necesariamente debe revelar, su orientación sexual a sus padres. No es una obligación moral ni legal. No son pocos los que confiesan que les fue no decirlo. O que, cuando lo dijeron, ya sus padres lo sabían desde hacía mucho tiempo y lo habían asimilado en silencio.
Incluso no son pocos los padres que preferirían no saber, salvo que de ello se siguiera un muy importante bien. Tampoco olvides que quizás exista un familiar cercano, maduro y comprensivo, que pueda aconsejarte y ayudarte cuando lo requieras (un hermano/a bastante mayor que tú, un tío, una tía…). Muchos optan por decirlo solamente a uno de los padres (al que sienten más comprensivo), no a los dos. No te sientas presionado a hacerlo si no estás bastante seguro/a que tus padres comprenderán. Tampoco si sientes mucha duda sobre la capacidad de tus padres para entender. Puedes dar por seguro que no les será fácil. Hazlo solamente si consideras razonablemente de que vas a lograr algo positivo al hacerlo, que es viable la aceptación de tus padres y estando seguro que lo estás decidiendo por ti mismo/a. Ten por seguro que a ti tampoco te será fácil el proceso. Se trata de estar, razonablemente, en una situación mejor que la actual. Nunca en una situación más difícil.
Las etapas suelen ser las siguientes: Shock psicológico, negación, sentimientos de culpa, sentimientos de enojo, reestabilización con toma de decisiones y aceptación plena. En muchos casos, en alguno de esos momentos, puede aparecer una depresión temporal en ambos padres o en alguno de los dos.
Sobre esta base, veamos un poco las reacciones y etapas “típicas” de los padres ante un hijo o hija que les informa que es homosexual.


1.EL SHOCK DE LOS PADRES.


Un estado inicial de shock puede ser anticipado si sospechas que tus padres no tienen ni la más mínima idea de lo que estás a punto de compartir. Puede durar desde 10 minutos hasta una semana, normalmente su efecto cede en unos días. El shock es una reacción natural que todos experimentamos ante una noticia que impacta pues requerimos tiempo para procesar la nueva información. Es una especie de rodeo para sobrellevar temporalmente el malestar.
Explícales que no te ha sido posible el ser completamente con sincero con ellos y que no te gusta el distanciamiento que ha ocurrido con el paso de los años o que quieres evitarlo. Reafirma la verdad de tu amor por ellos. Dilo más de una vez. Aunque inicialmente pueden no responder positivamente a tu expresión de amor ésta penetrara algunas horas mas tarde, cuando ellos se encuentren solos y piensen sobre esto. Recuérdales que tú sigues siendo la misma persona que eras ayer: "¿Por qué no te han de seguir amando ?... "
Paciencia y comprensión.
Posiblemente te encontraras en una situación en donde los verás como “perdidos”. Conforme tus padres escuchan la información que les has proporcionado, posiblemente tengas que asumir el papel comprensivo. Buscabas ser comprendido y te encuentras más bien comprendiéndolos a ellos. Tienes que darles tiempo para que procesen sus sentimientos e ideas.
Esto definitivamente no será nada fácil. Desearías que ellos entiendan rápidamente que esto es una parte importante de tu vida. Será muy fácil que te vuelvas impaciente. Deberás repetir las mismas cosas varias veces. Solamente porque les has explicado algo no quiere decir que ellos te hayan escuchado. Quizás, mientras hablabas, sus pensamientos estaban centrados en lo esencial que estabas diciendo pero sin escuchar “detalles o aspectos muy importantes”. Su entendimiento evolucionará lentamente -- lenta y dolorosamente -- al principio. Sus reacciones emocionales se antepondrán a su entendimiento intelectual.
No olvides nunca qué concepto previo tienen ellos de los homosexuales. A veces tendrán información suficiente, pero no es lo más probable. Ellos necesitaran aprender de tu experiencia. De tu explicación sobre qué es la homosexualidad para ti. Seguramente, más adelante, se necesitarán varias sesiones de plática sobre esto. Por eso es necesario darles tiempo y espacio.
Considera tu propia auto-comprensión, tú has trabajado en este tema por años, el aceptarte quizá no fue fácil y el tomar la decisión de compartirlo seguramente te tomó tiempo. Aunque ciertamente los temas que tus padres tendrán que asimilar son muy parecidos a los que tú ya manejaste, la gran diferencia es que vas mucho más adelante que ellos en este proceso. Ten paciencia. Están en shock.
Variantes y auto-preparación.
Ocasionalmente los padres no experimentan ningún shock o éste es mínimo. De darse, probablemente es porque los padres ya supieran que eras diferente o que consideraban ésta realidad como altamente probable. Tuvieron tiempo de digerirlo. Algunas veces ellos lo saben mucho tiempo antes, por alguna carta que dejaste en la mesa o por un comentario que hiciste en voz alta con algún amigo y que ellos escucharon o por una conversación telefónica accidentalmente escuchada… Sin embargo en la mayoría de los casos esta etapa no se presenta así y se presenta el shock.
Desde luego, muchos son los factores que hacen mayor o menor ese shock de los padres (conocimiento o desconocimiento de los mitos y realidades de la homosexualidad, sospechas aunque fueran lejanas, posiciones éticas o religiosas sobre el tema, etc.).
Por la importancia de todo esto es necesario que antes de hablar con ellos estés seguro de tu orientación sexual, que ya estés cómodo con tu homosexualidad, que cuentes a tu favor con algún familiar importante que ayude a tus padres a comprender posteriormente (o grupos y personas cualificadas que después les recomiendes para que platiquen con ellos/as), que tengas lecturas adecuadas para proporcionárselas a su debido momento, que escojas el momento adecuado para hablar, que lo hagas por sentimientos positivos (nunca como una forma de herirlos), etc.


2.LA NEGACIÓN (Un escudo contra la amenaza).


La negación ayuda a la persona/as a mantener una protección contra un mensaje amenazante o doloroso. Es muy diferente al shock porque indica que una persona ya escuchó el mensaje e intenta construir un mecanismo de defensa para evitar afrontarlo.
La negación puede manifestarse en muchas formas: hostilidad ("Ningún hijo mío me va a salir maricón"), rechazo ("Es solo una etapa, al rato se te pasara"), ignorarlo ("Que bien hijo/a, ¿quieres un sándwich para cenar?"), desligamiento ("Perfecto, si quieres se un maricón yo no quiero saber nada al respecto"), pruebas en contrario (“Pero si siempre has tenido novia/o”), etc.
No olvidemos que la percepción sobre tu homosexualidad será distorsionada por todos los mensajes que ellos han recibido y aceptado de una sociedad homofóbica como la Latinoamericana. La manera en la que "la negación" se expresa puede ir desde posiciones aparentemente tranquilas en algunos casos (“no pasa nada”, tratan de decirse a sí mismos) hasta los gritos histéricos o el llanto, en otros. Muchos padres se van por el centro, gritan mucho y usualmente lloran.
Otras formas de negación.
Al pensarlo un poco, pero siempre dentro de esta etapa, posiblemente tus padres crean de que agarraste estas "mañas" por algún amigo, en alguna actividad gay circunstancial, que estás confundido o simplemente porque lo viste como algo interesante y peligroso. Tal vez piensen que el hecho de que veas información sobre homosexuales te atrajo a ello porque no tenías la suficiente madurez mental para saber qué querías. Finalmente existe también la posibilidad de que te envíen, o te quieran enviar, a ver a un psicólogo/a.
Puede que sea útil que sugieras algunas personas como consejeros si tus padres piensan que necesitas hablar con alguien para salir de su confusión. Sería recomendable que sugirieras una persona no gay porque tus padres querrán un punto de vista "objetivo". Si te presionan para que vayas con un consejero/a, sugiere que ellos vayan también. O pídelo posteriormente al consejero/a, si piensas que les ayudará. Ellos se resistirán con la mentalidad de que ellos no necesitan ayuda, pero en el fondo y dando un poco de tiempo probablemente le abrirán las puertas a alguien que pueda hablar con ellos al respecto.
Tus padres probablemente necesiten algo de ayuda para diferenciar lo que es "normal" de la "norma". Es posible que piensen que la homosexualidad no es normal. Puedes ayudarles explicando que aunque la homosexualidad no es la norma, es lo que es natural en ti. Remarca que en toda la creación existen excepciones a la norma: aunque existe mucha gente diestra existen zurdos, aunque muchos tienen ojos del mismo color, existen personas con un color diferente en cada ojo. Ellos necesitan comenzar lentamente a comprender que, aunque tu orientación sexual no es la norma, definitivamente es un sentimiento natural y honesto de respuesta en ti.
Si su negación se expresa en la forma de que "ellos no quieren hablar de eso", deberás tomar una sutil y amable iniciativa si no han cambiado en su forma de pensar en más de una semana. Amablemente aborda el tema cuando se vean relajados, personaliza el mensaje de modo que ellos sepan que es muy importante para ti y que puedas penetrar sus defensas.
Camina a su mismo ritmo.
No existe la necesidad de decirles más de lo que ellos te pregunten. El poner información adicional y experiencias en sus manos antes de tiempo solo les ayudará a construir mayores defensas. Sólo responde a lo que ellos te pregunten, eventualmente ellos tendrán mas preguntas para ti en otra ocasión. Ellos se encuentran un una etapa en la que no saben cómo formular sus dudas y es tanto lo que les preocupa que no saben cómo expresarlo. Así que tu tendrás que ayudarlos a clarificar sus preguntas cuando éstas lleguen.
Deberás estar preparado para manejar a tus padres individualmente de ser necesario. Muchas parejas reaccionan con esta revelación como reaccionan ante otros shocks; uno de ellos, tu padre o tu madre, toma la delantera antes que el otro. Que no te moleste el más lento de los dos.
Incluso no es poco frecuente que las parejas tengan pequeñas disfunciones en su propia relación cuando esto ocurre. El que parece adaptarse con mayor rapidez puede pensar que su esposo(a) se mueve muy lento y viceversa, la otra parte puede pensar que su pareja esta aceptando demasiado rápido la situación. Los padres que se mueven a diferentes velocidades podrán tener diferentes niveles de tensiones ya sean expresadas o no. Intuyendo esto de antemano, algunos prefieren hablar solamente con uno de los padres. Al que consideren capaz de asimilación. Posteriormente, con el consejo del padre o madre, ven si es conveniente o no decirlo al otro miembro de la pareja. Cada quien tiene que ver lo más adecuado en su caso.


3.CULPABILIDAD. (Ellos piensan que han hecho algo malo)


Muchas personas que tienen que manejar el tema de lo sexual, inicialmente lo perciben como un "problema" y por consiguiente le buscan "una causa". De ese modo, si encuentran la causa, "la cura" no puede estar muy lejos. Para muchos padres la pregunta es introspectiva, ¿qué hicieron mal para que esto sucediera?
Por un tiempo, sin importar el ángulo en que se le analice, los padres pensarán que "ellos" han sido la principal fuente del problema. A veces se sentirán deprimidos o muy deprimidos. Otras, avergonzados de compartir esto con alguien más. Aunque usualmente ambos padres sientan culpabilidad, el padre del mismo sexo que su hijo/a es el que probablemente resienta más la situación.
No es poco común que los padres o madres solteros sufran de una carga adicional de culpabilidad hacia si mismos porque, después de la separación o divorcio de su pareja sienten que le han fallado a su hijo. Piensan que no pudieron ser la madre y padre, al mismo tiempo, que tanto necesitaban sus hijos.
Cuando los padres sienten culpa se centran en sí mismos. Ellos aún no alcanzan a comprender lo que tú has tenido que pasar. En esta etapa ellos están demasiado enredados en sí mismos como para atender tus necesidades y preocupaciones. Debes comprenderlo.
Muchos padres pueden no admitir su sentimiento de culpabilidad porque eso sería como que ellos aceptaran que ellos te hicieron esto, que ellos te hicieron diferente y que ellos son los culpables, lo cual no es una posición cómoda para los padres.
Ayúdales en su crisis.
Tú puedes ayudarlos de múltiples maneras. Siempre asegúrales, como es la verdad, que tú no crees que esto sea tan simple como ellos piensan. Diles cuántas teorías hay sobre los orígenes de la homosexualidad, hazlos sentir que ésto está más allá de lo que ellos pudieran haber hecho bien o mal.
Puedes regalarles un libro que este escrito para padres de modo que les ayudes a aceptar más fácilmente la información. No los envíes a una tienda de “Libros Gay” a comprarlo.Para este momento posiblemente tus padres ya se encuentren listos para hablar de esto con un amigo(a) de confianza; algunos pueden buscar ayuda en un sacerdote, etc. Será difícil para ti el desviarlos de la persona que ellos han escogido si consideras que esa persona no ayudará en mucho. Si conoces el nombre de un organismo o persona que preste asistencia a familias en igual circunstancia, ten este nombre y dirección a la mano.
Un organismo o persona orientados a ayudar a padres de familia con sus hijos gay pueden ser capaces de ayudarlos pero existe la posibilidad de que ellos se resistan a ir con esas personas por asesoría. Dales un número de teléfono de esa agencia o bien el número telefónico de algunos otros padres con hijos gay o lesbianas que hayan aceptado hablar con ellos. No esperes que respondan inmediatamente a esta sugerencia; el sentimiento de culpa y pena puede que los detenga. Sin embargo, el otorgar información de este estilo probablemente más tarde dará frutos.


4.SENTIMIENTOS DE ENOJO (Ellos aceptan sus emociones).


Cuando finalmente les resulta claro que la culpa y auto incriminación es completamente improductiva, los padres están mejor preparados para hacer preguntas, escuchar las respuestas y aceptar sus sentimientos. Este es el instante en el que el diálogo entre los padres y el hijo/a es más productivo. Pero no será nada fácil. Definitivamente al pasar la etapa en que se comienzan a dejar el sentimiento de culpa e incriminación viene una etapa más fuerte y posiblemente más problemática.
Ellos te demostraran toda una infinita gama de sentimientos, muchos de ellos expresando enojos, con los cuales ciertamente tú no estarás de acuerdo y considerarás dolorosos. Acepta sus sentimientos como propios del momento. Verás cómo salen a superficie comentarios como: "Estamos decepcionados porque no tendremos nietos", "Por favor no le digas a nadie más de la familia; no estoy listo/a para hablar de esto con alguien más", "¿Cómo pudiste herirnos de esta manera?", "Es como si hubieras muerto”, “Siento como que no te conozco”...
¿Duro verdad? Debido a que vivir en una sociedad homofóbica te ha forzado a experimentar muchos de esos sentimientos (aislamiento, miedo, rechazo, dolor, confusión, etc.), puedes compartirles que tú has vivido muchos de estos sentimientos antes de hablar con ellos.
Sin embargo, en esta etapa, permite más espacio para que ellos se expresen a sí mismos y no dejes que tus necesidades se sobrepongan a las de ellos. Si aún no han buscado ayuda o no han leído un libro sobre este tema, nuevamente sugiérelo. Ofrece el leer y discutir un capitulo del libro con ellos o acompañarlos a una reunión de padres de gays o lesbianas.
Cuida a tu pareja..De darse el caso de que tú tienes una pareja, todo el odio y coraje de tus padres, así como la recriminación, serán enfocadas hacia tu pareja. Comenzarán a sentirse molestos y furiosos de que “esta catástrofe” haya caído en sus casas para arruinar sus vidas. Y culparán a la persona más próxima a ti por ello.
El coraje y dolor son los sentimientos más comúnmente expresados. Existirán también sentimientos muy crueles e hirientes pero si pretendes que tus padres avancen en esta situación es necesario que acepten estos sentimientos en vez de solamente enterrarlos. Estos sentimientos serán muy difíciles de manejar para ti. En verdad no es fácil. Te verás tentado a retractarte y a arrepentirte de alguna vez haberles dicho algo.
Sólo aguanta, realmente no existe modo de regresar a las cosas tal y como eran. Pero ahora que están expresando todos sus sentimientos ya se encuentran en camino de la recuperación.


5.RE-ESTABILIZACIÓN Y TOMA DE DECISIONES.


Al mismo tiempo que el golpe disminuye, y a veces tras pasar una fase de depresión en alguna de las etapas anteriores, tus padres serán más capaces de manejar más racionalmente éste tema. Es muy común que en esta etapa ellos se retiren un poco y comiencen a considerar las opciones que hay en el futuro.
Es como llegar a un cruce de caminos en una carretera el cual tiene numerosas direcciones. La opción que cada persona tome es un reflejo de la actitud que él o ella están dispuestos a adoptar para manejar esta situación. Los dos padres pueden no necesariamente tomar el mismo camino. Muchos factores tanto personales o sociales como religiosos, serán una influencia para ellos. Existen millones de posibles actitudes que los padres pueden tomar pero sólo explicaremos algunas:
Verdadero apoyo.
La mayoría de los padres continuarán amando y queriendo a sus hijos en una manera que les permita decir "Te quiero". Y aceptarán la realidad de la orientación sexual de sus hijos brindando su apoyo. A decir verdad, ahora que las relaciones entre padres e hijos alcanzan este nivel de mutua honestidad y confianza, muchos padres se atreven a decir que su relación es mejor que como era antes. Todas las partes comienzan a sentirse mejor tras lo que ha sucedido.
Aunque puede que pase determinado tiempo antes de que esto suceda, poco a poco los padres comenzarán a estar conscientes de tus necesidades, conscientes de tus problemas, etc. Muchas veces se darán cuenta de todas las tensiones y problemas por los que tuviste que pasar durante tantos años y se sorprenderán de la manera como lo manejaste.
Apoyo condicionado.
En otras ocasiones ellos pueden proponerte un apoyo condicionado: “Te queremos y te aceptamos. Pero, para contar con nuestro apoyo plenamente debes de…”. Esas condiciones pueden variar mucho: desde pequeñeces a las que tú no das importancia y por tanto lo aceptas sin ningún problema, hasta cosas que no puedes aceptar sin comprometer seriamente tu mismo ser. En este último caso el camino continúa hacia alguna de las siguientes posturas.
Hasta aquí y no más.
Algunas veces los padres toman su posición diciendo que este tema ya no requiere mayor discusión. Aunque ellos pueden discutir sobre el tema, se encuentran con que son demasiado frágiles para manejarlo. Ellos finalmente llegaron hasta aquí y ya no desean llegar más lejos. Esto no necesariamente implica una actitud negativa hacia ti. Simplemente que ellos, aunque te quieran, conocen sus limites y no quieren ser empujados más allá de ellos. Aunque deberás respetar esta postura puedes hacer algunos esfuerzos para que avancen, máxime con el tiempo como aliado.
Siempre diles lo mucho que los quieres, tanto en palabra como en obra. Cuidadosa y sabiamente diles algunas cosas relacionadas con tu sexualidad. Déjales saber que no dejarás que ellos se separen de ti por esto.
Si lo ves conveniente en algún momento, poco a poco preséntales a algunos de tus amigos. El hecho de que conozcan a otras personas homosexuales les ayudara a romper esos estereotipos que pueden tener.
Lucha constante.
En algunas cosas tu orientación sexual se tomará como arena para la constante lucha entre padres e hijos/as. Todo lo que hagas o digas será visto como un síntoma de tu "problema". Hacia dónde vas, de dónde vienes, tu lenguaje, tus amigos, tu elección de carrera, tus notas en la escuela, etc. Todo esto solo refleja que tus padres personalmente aún no se adecuan.
Mientras esta condición exista, ambos, padres e hijo/a, están en una posición en la que nadie ganará. Definitivamente, si este es el caso, intenta que tus padres hablen con otros padres y si esto tampoco parece funcionar, no te desanimes. Mientras continúas este proceso, encuentra un sustituto para tus padres o un amigo a quien puedas acudir cuando necesites apoyo.
Recaídas.
Aunque llegamos al punto en el que las actitudes personales pueden ser modificadas, éstas se llevan a cabo, a veces, dando dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. No es poco común que los padres regresen a su estado inicial de cómo pensaban de ti. Sin embargo dales el tiempo necesario para volver a trabajarlo. Será muy decepcionante para ti cuando esto suceda pero ten por seguro que eventualmente el cambio se dará. Posteriormente volverán a avanzar.
Vete de la casa.
Si consideras la posibilidad de que tus padres te echen de la casa no se lo deberás decir. Ese fue nuestro punto de partida. Se busca que las cosas mejoren, no que empeoren. O, si vivieras una situación muy difícil con ellos, tras haber oido opiniones sensatas, deberás tener, previamente, una opción de remuneración económica para ganarte la vida como "seguro de vida" ante lo que pueda pasar. Debes ser autosuficiente económicamente aunque sea pasando ciertas dificultades. No te atengas a ofrecimientos relativamente etéreos de ayuda.
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Tomando en cuenta este conjunto de dificultades no son pocos quienes prefieren revelarlo solamente a uno de los padres (generalmente a la madre en el varón; muchas veces al padre en la mujer) por considerar más probable la aceptación, menos traumático el proceso y más acorde a sus propias fuerzas psicológicas. Otros, considerando muy difícil la aceptación de los padres, pero necesitando un adulto responsable con quien consultar sus problemas, buscan un tío/a o familiar maduro y cercano como confidente. Otros optan por consultar con un psicólogo/a de buena conducta (a veces de una asociación gay) o una persona religiosa de buenas costumbres y con mente abierta.


6. LA ACEPTACIÓN PLENA DE LA HOMOSEXUALIDAD

Algunos padres llegan hasta alguno de los puntos anteriores. Unos muy positivos, otros intermedios (en donde el tiempo muchas veces -no siempre- suele estar a favor de una mejoría) y otros negativos.
Algunos alcanzan un punto superior en el que pueden celebrar el que su hijo sea único. Para estos padres e hijos afortunados, la homosexualidad es una legítima expresión de la sexualidad humana. Los padres en esta etapa encaran su propia culpa social, asumen que ellos son parte de una sociedad homofóbica. Comienzan a entender los problemas sociales que ciertamente ellos y todos han creado para sus hijos.
Finalmente comienzan a hablar en contra de la opresión, hablan con sus amigos sobre temas que involucran el educar a otros. Apoyan a amigos gay de sus hijos o hijas. Visitan a otros padres para ayudarles a afrontar esta situación. En pocas palabras se comprometen con la causa y encuentran una manera de sentirse cómodos con ellos mismos al contribuir positivamente. Desde luego, pocos padres en Latinoamérica pueden llegar hasta este punto. Pero sí son muchos quienes logran una aceptación plena de su hijo/a e inician una etapa nueva y mejor.
-------(*) Este material fue enviado por “Pottpaín” quien nos informa que la autoría de este folleto fue hecho por los Padres, familias y amigos de Lesbianas y Gays de Filadelfia. Nos informa también que él lo tomó de un grupo gay de MSN, cuyo nombre no recuerda, pues lo almacenó en su propia computadora. Añade además “Pottpaín” que sí guardó la aclaración de que “este texto-base ha sido analizado, sintetizado y adecuado levemente a las necesidades de la sociedad mexicana, con la única finalidad de proveer apoyo a todas las personas latinas que sufren por la incomprensión ante la homosexualidad”. No tiene en su computadora el nombre o Web de quien hizo esa traslación latinoamericana

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