MADRID/BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS)
Un concierto del artista Sizzla Kalonji en Barcelona ha desatado una agria polémica en torno a la música reggae.
El colectivo de homosexuales Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y el Observatori Contra l'Homofòbia han exigido que la Fiscalía prohíba su entrada en España por apología de la homofobia. Los promotores denuncian "una maniobra publicitaria" del lobby gay y desesperan en una lucha "de David contra Goliat".
Sizzla Kalonji, artista de reggae jamaicano, tiene previstas cuatro fechas dentro de su gira española: Bilbao (29 de octubre) Granada (31 de octubre) Getafe-Madrid (1 de noviembre) y Barcelona (3 de noviembre).
A sólo una semana del concierto, el colectivo de homosexuales catalanes Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y el Observatori Contra l'Homofòbia han distribuido a los medios un comunicado en el que se "exige" a las "autoridades competentes" que se pongan "todos los medios posibles para evitar las actuaciones en territorio español".
En esta línea, se hace "una llamada ciudadana al boicot" de su concierto en la Sala Apolo y se informa de que se ha "pedido a la Fiscalía que se trabaje para impedir la entrada en territorio español" y, en caso de que se produzcan las actuaciones "extremar las medidas para evitar que durante su actuación se haga exaltación de la homofobia".
Además, se recuerda que Sizzla ya intentó actuar en España el año pasado pero "se encontró con la denegación de entrada en Barajas por una orden dictada desde Alemania". Allí, según el comunicado, durante un concierto cantó 'Nah Apologize' con frases como "mata a un maricón y siéntete orgulloso" lo que condujo a una 'cacería' que acabó con un muerto.
EL REGGAE RESPONDE
Julián F.García, de la promotora Roots & Vibes Reggae, lleva 20 años tratando de que una cultura minoritaria como es este tipo de música encuentre su hueco en España. Julián no niega uno de los apartados del comunicado en el que se recuerda que en Jamaica la homosexualidad -o incluso la sospecha de- está penada con la cárcel.
"Jamaica es un país muy católico, seguramente el que tenga más iglesias por metro cuadrado del mundo. Si a eso le sumamos el alfabetismo, encontramos el origen de esa mentalidad contra la homosexualidad en su sociedad", señala el promotor en una entrevista a Europa Press en la que también admite que en los noventa sí que existía cierta homofobia en algunas canciones reggae.
Sin embargo, todo eso cambió hace más de cuatro años. Mediante la firma de la 'Reggae Compassionate Act' (http://www.petertatchell.net/popmusic/reggaecompassionatescan.htm) los artistas y promotores de este tipo de música se comprometieron a "renunciar a cualquier canción que pueda herir sensibilidades o falte al respeto a cualquier colectivo por su condición sexual, raza o creencias".
Desde entonces, se han llevado a cabo multitud de reuniones con colectivos gays y lésbicos en toda Europa (incluido el Outrage! británico) así como acuerdos entre artistas, promotores y las citadas asociaciones para "eliminar y erradicar definitivamente la homofobia" de una música basada en los pilares del respeto y el amor universal.
LA POLÉMICA CATALANA
Para la FAGC, esa 'Compassionate Act' quedó totalmente invalidada después de que un grupo homosexual en Jamaica señalara: "no queremos compasión, queremos que no nos maten, queremos que no nos hagan daño". Denuncian además el uso fraudulento de ese documento para "continuar actuando y vendiendo discos".
Para Julián F.García, los cinco años de esfuerzo se han ido "al garete" en Cataluña por la "obcecación y el fascismo" de la FAGC, a la que acusa de intoxicar a los medios de comunicación con "patrañas y mentiras" que van en perjuicio de mucha gente que vive del reggae en Jamaica y, sobre todo, "para darse publicidad gratuita".
"En contacto con la FAGC en una reunión a petición nuestra se nos hace saber que lo que desean es que Sizzla se dirija a su Gobierno para que despenalice la homosexualidad", explica el promotor, que considera "la petición ridícula" teniendo en cuenta el escaso poder público que pueda poseer un músico de reggae en un país del tercer mundo.
"Me confesaron que molestaba que el concierto tuviera lugar en la Sala Apolo de Barcelona, considerado un templo gay, pero allí hemos celebrado docenas de conciertos todos los años de reggae", continúa Julián, que confiesa estar "quemado" de encontrarse en una lucha "de David contra Goliat".
"La FAGC es un lobby mayoritario en Cataluña y con bastante presencia en la Generalitat", recuerda, al tiempo que lamenta el perjuicio que puede suponer esta campaña "de publicidad gratuita" no sólo para Sizzla, sino para "las 2.000 personas de su comunidad que viven gracias a su trabajo".
RETENCIÓN ILEGAL EN BARAJAS
Recuerda además que en julio se hicieron 5 fechas en España "y nadie dijo nada", y explica por qué se retuvo a Sizzla en Barajas. "Su nombre se incluyo en la lista de no admisibles en espacio Schengen teniendo visado en vigor debido a la acción unilateral e ilegal, por parte del diputado verde y gay alemán Volker Beck", explica.
"Con su influencia y sin sentencia judicial, introdujo el nombre del artista en el sistema. Los abogados de nuestra parte demostraron que dicha inclusión fue ilegal", concluye.
Un concierto del artista Sizzla Kalonji en Barcelona ha desatado una agria polémica en torno a la música reggae.
El colectivo de homosexuales Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y el Observatori Contra l'Homofòbia han exigido que la Fiscalía prohíba su entrada en España por apología de la homofobia. Los promotores denuncian "una maniobra publicitaria" del lobby gay y desesperan en una lucha "de David contra Goliat".
Sizzla Kalonji, artista de reggae jamaicano, tiene previstas cuatro fechas dentro de su gira española: Bilbao (29 de octubre) Granada (31 de octubre) Getafe-Madrid (1 de noviembre) y Barcelona (3 de noviembre).
A sólo una semana del concierto, el colectivo de homosexuales catalanes Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y el Observatori Contra l'Homofòbia han distribuido a los medios un comunicado en el que se "exige" a las "autoridades competentes" que se pongan "todos los medios posibles para evitar las actuaciones en territorio español".
En esta línea, se hace "una llamada ciudadana al boicot" de su concierto en la Sala Apolo y se informa de que se ha "pedido a la Fiscalía que se trabaje para impedir la entrada en territorio español" y, en caso de que se produzcan las actuaciones "extremar las medidas para evitar que durante su actuación se haga exaltación de la homofobia".
Además, se recuerda que Sizzla ya intentó actuar en España el año pasado pero "se encontró con la denegación de entrada en Barajas por una orden dictada desde Alemania". Allí, según el comunicado, durante un concierto cantó 'Nah Apologize' con frases como "mata a un maricón y siéntete orgulloso" lo que condujo a una 'cacería' que acabó con un muerto.
EL REGGAE RESPONDE
Julián F.García, de la promotora Roots & Vibes Reggae, lleva 20 años tratando de que una cultura minoritaria como es este tipo de música encuentre su hueco en España. Julián no niega uno de los apartados del comunicado en el que se recuerda que en Jamaica la homosexualidad -o incluso la sospecha de- está penada con la cárcel.
"Jamaica es un país muy católico, seguramente el que tenga más iglesias por metro cuadrado del mundo. Si a eso le sumamos el alfabetismo, encontramos el origen de esa mentalidad contra la homosexualidad en su sociedad", señala el promotor en una entrevista a Europa Press en la que también admite que en los noventa sí que existía cierta homofobia en algunas canciones reggae.
Sin embargo, todo eso cambió hace más de cuatro años. Mediante la firma de la 'Reggae Compassionate Act' (http://www.petertatchell.net/popmusic/reggaecompassionatescan.htm) los artistas y promotores de este tipo de música se comprometieron a "renunciar a cualquier canción que pueda herir sensibilidades o falte al respeto a cualquier colectivo por su condición sexual, raza o creencias".
Desde entonces, se han llevado a cabo multitud de reuniones con colectivos gays y lésbicos en toda Europa (incluido el Outrage! británico) así como acuerdos entre artistas, promotores y las citadas asociaciones para "eliminar y erradicar definitivamente la homofobia" de una música basada en los pilares del respeto y el amor universal.
LA POLÉMICA CATALANA
Para la FAGC, esa 'Compassionate Act' quedó totalmente invalidada después de que un grupo homosexual en Jamaica señalara: "no queremos compasión, queremos que no nos maten, queremos que no nos hagan daño". Denuncian además el uso fraudulento de ese documento para "continuar actuando y vendiendo discos".
Para Julián F.García, los cinco años de esfuerzo se han ido "al garete" en Cataluña por la "obcecación y el fascismo" de la FAGC, a la que acusa de intoxicar a los medios de comunicación con "patrañas y mentiras" que van en perjuicio de mucha gente que vive del reggae en Jamaica y, sobre todo, "para darse publicidad gratuita".
"En contacto con la FAGC en una reunión a petición nuestra se nos hace saber que lo que desean es que Sizzla se dirija a su Gobierno para que despenalice la homosexualidad", explica el promotor, que considera "la petición ridícula" teniendo en cuenta el escaso poder público que pueda poseer un músico de reggae en un país del tercer mundo.
"Me confesaron que molestaba que el concierto tuviera lugar en la Sala Apolo de Barcelona, considerado un templo gay, pero allí hemos celebrado docenas de conciertos todos los años de reggae", continúa Julián, que confiesa estar "quemado" de encontrarse en una lucha "de David contra Goliat".
"La FAGC es un lobby mayoritario en Cataluña y con bastante presencia en la Generalitat", recuerda, al tiempo que lamenta el perjuicio que puede suponer esta campaña "de publicidad gratuita" no sólo para Sizzla, sino para "las 2.000 personas de su comunidad que viven gracias a su trabajo".
RETENCIÓN ILEGAL EN BARAJAS
Recuerda además que en julio se hicieron 5 fechas en España "y nadie dijo nada", y explica por qué se retuvo a Sizzla en Barajas. "Su nombre se incluyo en la lista de no admisibles en espacio Schengen teniendo visado en vigor debido a la acción unilateral e ilegal, por parte del diputado verde y gay alemán Volker Beck", explica.
"Con su influencia y sin sentencia judicial, introdujo el nombre del artista en el sistema. Los abogados de nuestra parte demostraron que dicha inclusión fue ilegal", concluye.
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