La cola para entrar a la disco llega a tener dos cuadras. Supuestamente es una fiesta gay, pero hay tanto heterosexual que uno no puede dejar de preguntarse por qué. Infobae.com estuvo ahí y te cuenta cómo es esta movida
Laura Brizuela (Infobae.com)
“Nosotros siempre tratamos de hacer algo que no sea para un publico gay, estamos en contra de la segregación, apuntamos a que venga todo el mundo a divertirse dentro de los parámetros del buen gusto, es decir, no es una fiesta en donde haya sexo explicito, ni nada de eso. Pero nos interesa que todos lo pasen bien", dice Julio Ortega, uno de los organizadores de las fiestas Plop, un éxito que sigue creciendo.
Empezaron en San Telmo hace tres años. En el primer agosto se organizaron para recibir a 200 personas y en diciembre necesitaron espacio para 1500. En la página: http://www.plop-web.com.ar/ , se pueden ver fotos y los famosos vídeos que critican y ridiculizan estereotipos, de una manera ingeniosa y divertida. Hoy en día, la fiesta se hace los viernes y sábados e incluso se pueden comprar entradas anticipadas, algo recomendable para los impacientes.
"Yo no soy gay, pero vengo porque la música es divertida, los tragos son baratos y hay un montón de chicas que también son heterosexuales. De hecho, se de gente que empezó a salir después de conocerse acá, y la verdad es que cada vez veo más heteros", dice Ezequiel, estudiante de Economía, y agrega que empezó a ir esporádicamente porque un amigo gay lo llevó. "Creo que acá el boca a boca es fundamental, te dicen 'flaco, no sabés que buena fiesta' y querés ver qué onda. Y terminamos siendo todos heteros", dice y se ríe.
Julio Ortega asegura que uno de los motivos por los que ahora se ve una mayor presencia heterosexual en espacios que antes estaban destinados a un público gay, es que la sociedad se vuelve cada día más tolerante. "Antes, tenías las dos posturas: el hetero tenía miedo de ir a un boliche gay por homofóbico o porque pensaba que lo iban a acosar, y el gay no quería que el hetero invadiera un lugar que era propio. Me daba bronca escuchar que amigos nuestros nos reclamaban que la fiesta se estaba llenando de heteros. La gente se queja de la segregación, pero las dos partes hacían lo mismo. Yo creo que hoy aprendimos un poco de eso y está claro que la idea es divertirse", le cuenta a Infobae.com.
Sin embargo, todavía hay reclamos. "Sería discriminar si te dijera que me molesta que vayan heteros a los boliches gays, pero sí me irrita que hay chicos que quieren levantarse a chicas homosexuales y se ponen densos. Se excitan al ver a dos mujeres juntas y he visto casos en los que hubo que llamar a seguridad para que los echen de lugar porque estaban insoportables", dice Carolina, quien se declara abiertamente lesbiana y es una de las fieles seguidoras de las fiestas Plop.
Por su lado, Mariela cuenta que aunque a ella le gusten los hombres, la pasa muy bien en los boliches gays. "Uno se siente liberado, es un ámbito en el que todo vale y en el que nadie te va a molestar. Por lo tanto es mas divertido, siempre y cuando no tengas prejuicios de ver cosas que no se ven normalmente en la calle, como por ejemplo besos desaforados entre personas del mismo sexo", dice.
El Teatro, en Federico Lacroze y Alvarez Thomas, en el barrio porteño de Colegiales explota de gente. Sobresalen pelucas, zapatos y tacos enormes, hombres coquetos, mujeres de la mano, gays y heteros por todos lados, que bailan, ríen y beben. Un trago sale 10 pesos, mucho más barato que en una disco convencional y la entrada cuesta 20 pesos, cosa que facilita que la gente elija ir.
"Creo que hay mas libertad en los boliches gays, lo que se traduce en mas respeto por el otro. No existe el caretaje e histeria que una ve en cualquier discoteca", agrega Mariela y cuenta que de todas formas, muchos amigos de ella tienen prejuicios, aún cuando nunca fueron a ninguna fiesta de este estilo.
La música sigue sonando, el pop es la estrella de la noche y artistas como Madonna, Kylie Minogue, Britney Spears y Lady Gaga son las preferidas. Hacia las 3 de la mañana ya se pueden ver los resultados de la búsqueda del amor y muchos ya encontraron pareja. Los besos se mezclan, pero no escapan a la primera pregunta: “¿Sos hetero o gay?”
“Me parece que en un tiempo no va a haber esta diferencia entre boliches gays y heteros. Estos espacios nacieron por la discriminación y en busca de la comodidad para los gays, pero creo que así como hay muchos heteros en boliches gays, va a haber muchos gays en boliches heteros, y esta separación en un futuro no va a existir más. En Europa es así, están todos mezclados. Creo que de a poco vamos por el camino hacia la integración”, dice Carolina cansada de tanto baile, pero feliz por la noche que pasó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario